Caracas.- La alta inflación que ha restado toda significación relevante al bolívar, sumado a la pandemia del COVID-19, aceleraron la adopción de nuevas tecnologías financieras que han modificado las operaciones de pago de manera significativa y le han dado forma a la transformación digital de la economía venezolana, aún con varios escollos en el camino.
Desde iniciativas gubernamentales con las plataformas de pago P2P (pago móvil) y ahora C2P (Cobro de comercio a persona), así como el auge de billeteras digitales, múltiples actores, a través de la tecnología, brindan nuevas alternativas para ofrecer productos y servicios financieros al alcance de un clic. Ante esta realidad, la Superintendencia de Instituciones del Sector Bancario (Sudeban) creó un marco regulatorio para las empresas de tecnología financiera (fintech) como un primer paso en la modernización de este sector en Venezuela.
En la Gaceta Oficial No 42.151, de fecha 17 de junio de 2021, fue publicada la Resolución No. 001.21, diseñada para exigir a las fintech el cumplimiento de una serie de criterios de organización, operación y funcionamiento, así como otros puntos a considerar por las instituciones bancarias antes de contratar estos servicios.
“Con estas normas se promueven los principios de inclusión financiera, promoción de la competencia, protección al usuario bancario, preservación de la estabilidad financiera, prevención de operaciones de legitimación de capitales, financiamiento al terrorismo y financiamiento de la proliferación de armas de destrucción masiva”, dijo la Sudeban en un comunicado de prensa.
La providencia, que cuenta con 11 capítulos, establece regulaciones a productos bancarios no tradicionales que incluyen servicios de ahorro, acceso a financiamiento, mercados P2P para el almacenamiento de dinero, entre otros.
Con este nuevo paso, Sudeban aspira a avanzar en la promesa lanzada por Nicolás Maduro de digitalizar el 100 % de la economía nacional, que de momento convive con un ecosistema multimoneda impulsada por una parcial liberación del mercado cambiario, y relajación de los controles de precios. Sin embargo, para un país instalado en una fuerte recesión desde hace siete años y con una infraestructura eléctrica deteriorada, fundamental para el desarrollo del comercio electrónico, los desafíos siguen siendo enormes.
La semana pasada se publicó el Global Fintech Rankings Report (Gfrr) 2021, el primer índice mundial de ecosistemas y empresas fintech en 83 países y 264 ciudades. En el listado, Venezuela ocupó el puesto 82°, mientras que en el resto de Latinoamérica los mejores evaluados fueron Brasil y Uruguay, que se quedaron respectivamente las posiciones 14 y 17. Le siguieron México (32°), Colombia (45°), Chile (47°), Argentina (49°), Perú (62°), Belice (67°) y Ecuador (69°).
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