Santa Elena de Uairén.- Las calamidades para surtir de gasolina a sus vehículos siguen idénticas que hace dos meses para los habitantes de Santa Elena de Uairén, en el estado Bolívar, quienes siguen durmiendo en las colas y comprando combustible bachaqueado.
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Pese a que en todo el país el problema con el suministro cesó, los vecinos de esta población fronteriza continúan recibiendo la gasolina a cuentagotas. Una vez a la semana llegan dos gandolas, que surten las dos bombas que existen.
«Nada ha mejorado. Seguimos pasando la noche en la cola para no quedarnos por fuera al día siguiente. Nos dan 20 litros y a los motorizados, cinco», declaró un taxista, que para continuar laborando también debe comprar gasolina a los «talibanes», que disminuyeron los precios de 12 reales brasileños por litro a cinco, que equivalen a 10.000 bolívares en efectivo.
Las fallas en el suministro son una respuesta contraria al acuerdo al que llegaron las autoridades nacionales con caciques pemones de la Gran Sabana, que sostuvieron una reunión el 4 de julio. En la asamblea se acordó que a partir del 8 de julio de normalizaría la distribución.
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