Caracas.- La Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria) y el Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) presentaron este martes, 11 de agosto, un plan para que se produzca un levantamiento gradual de la cuarentena y garantizar la reactivación de la economía nacional. Los gremios advirtieron que bajo las actuales condiciones millones de empleos se encuentran en riesgo, por lo que pidieron al gobierno de Nicolás Maduro considerar sus propuestas.
En concreto, el planteamiento de Conindustria y Consecomercio busca reformar el actual esquema 7+7 de flexibilización de la cuarentena instaurado por el Ejecutivo, pues consideran que este modelo bloquea la continuidad laboral de sectores importantes para la economía. De esta manera, ambas organizaciones esperan que la actividad de las empresas privadas se prolongue posterior al 16 de agosto, cuando culmina la «semana de flexibilización» en Venezuela.
“Del 100% de las empresas del país, solo 20% se mantiene operando, que son aquellos incluidos entre los sectores priorizados por el Gobierno. Si no se reactiva el resto de las operaciones, esto se traduce en personas que irán a la calle”, advirtió Adán Celis, presidente de la confederación de industriales.
Celis detalló que luego de cinco meses de confinamiento (150 días) se ha incrementado el riesgo de que entre 40% y 50% de las compañías del país cierren sus puertas, lo que representa que más de tres millones de personas queden sin empleo, si no se adoptan medidas para salvaguardar la actividad productiva.
Por su parte, Felipe Capozzolo, presidente de Consecomercio, aseguró que no existe relación entre el trabajo y los contagios por coronavirus, pues “lo que hemos visto es que los casos han subido incluso mientras están las empresas cerradas”. “Es necesaria la continuidad operativa, una semana no es suficiente para atender costos, gastos y nóminas de los colaboradores y hay muchas industrias que por su naturaleza no pueden parar sus procesos. Aquí el gran enemigo es el virus. Tenemos que buscar soluciones”, dijo el representante gremial.
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La propuesta de los gremios privados fue desglosada en 17 puntos que, según sus promotores, procurará una transición hacia una “nueva normalidad” económica mientras se combate la pandemia del COVID-19:
- Establecer una desescalada controlada, bajo estrictos controles de bioseguridad, para reactivar todos los sectores.
- Asumir la modalidad del teletrabajo en las labores que sea necesario.
- Implementar políticas que promuevan e incentiven la aplicación de este tipo de esquema de trabajo.
- Facilitar contrataciones de forma remota.
- Aplicar de manera estricta el lavado y desinfección de manos.
- Exigir en todo momento el uso correcto del tapabocas a trabajadores y clientes.
- Desinfectar diariamente los establecimientos y utensilios de trabajo.
- Tomar la temperatura de trabajadores y personas que ingresan a los locales y sitios de trabajo.
- Exigir cuarentena a los trabajadores con síntomas o sospecha de contagio.
- Exigir y garantizar el distanciamiento social.
- Restringir al máximo el número de personas que pueden ingresar o permanecer en lugares cerrados.
- Mantener suspendidos los eventos, reuniones y cualquier actividad que implique la aglomeración de personas.
- Aplicar horarios diferenciados y turnos rotativos de trabajo.
- Extender horarios de atención al público para evitar aglomeraciones.
- Reportar a las autoridades cualquier foco de contagio.
- Permitir a las autoridades fiscalizaciones aleatorias para verificar el cumplimiento de las medidas.
- Imponer sanciones en caso de incumplimiento de las medidas de bioseguridad.
Estos planteamientos cuentan con el aval de la Academia Nacional de Medicina, cuyo presidente, Enrique López-Loyo, aseguró que se debe “establecer un compromiso entre el impacto de esta epidemia y los efectos socioeconómicos sobre la población, que sea concertado con todos los sectores del país y no de manera unilateral”.
“El arranque del sector productivo debe hacerse bajo estrictas medidas de control sanitario, cumpliendo distanciamiento, rotación de personal, evaluando si hay alguna sospecha de casos positivos”, explicó.
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Conindustria y Consecomercio indicaron que este plan de actividad económica continua será entregado a través de «canales directos» a la Vicepresidencia para el Área Económica y al Ministerio del Comercio.
Los empresarios manifestaron su disposición a debatir con el Ejecutivo Nacional un nuevo esquema de flexibilización, pero reafirmaron que el denominado «7+7» de una semana es insuficiente para garantizar la estabilidad de sector privado.
Sin estímulo financiero
Celis, entre tanto, indicó que desde que entró en vigencia el estado de Alarma por el COVID-19, el sector productivo no ha recibido ninguna ayuda del gobierno de Maduro, “más allá del pago de salario mínimo de nóminas a Pymes -pequeñas y medianas empresas-”, registradas en el Sistema Patria. Desde Consecomercio desconocen cuáles sectores están siendo beneficiados con estas asignaciones, pero indicaron que la cifra resulta insuficiente, pues no supera los dos dólares mensuales por empleado.
De acuerdo con el gobierno, más de 300 empresas se habían inscrito a la lista de trabajadores para el Plan de Pago Especial de Nóminas, anunciado a finales de marzo.
“No estamos pidiendo que se nos paguen las nóminas. La solución es que nos dejen a nosotros generar los ingresos suficientes para poder hacerles frente a los salarios de nuestros colaboradores», manifestó el presidente de Conindustria.
Horas más tarde del anuncio de los gremios privados, la ministra de Comercio Nacional del gobierno de Maduro, Eneida Laya, informó que su despacho mantuvo este martes conversaciones con representantes de Fedeindustrias, Consecomercio, la Cámara Venezolana de Centros Comerciales, la de Farmacia y Fedecámaras, “para mantener la operatividad” de estos sectores.
La funcionaria, sin embargo, no reveló detalles de los temas tratados en estas reuniones o si fueron evaluadas las propuestas de Conindustria y Consecomercio.
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