El declive en la educación venezolana cada día es más evidente en las aulas de las instituciones del país. Uno de los programas más afectados son los posgrados de Medicina impartidos en las distintas universidades del territorio nacional, muchos de ellos clausurados por la deserción estudiantil y de profesores.
La ausencia de estudiantes y las escasas condiciones para la formación profesional condujo a que 16 posgrados de Medicina cerraran definitivamente, según recopiló la organización no gubernamental Aula Abierta. Esas especialidades formaban parte de 34 programas clínicos que habían quedado inactivos desde hace varios años por falta de matrícula.
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La Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela (UCV) ofrecía un total de 157 posgrados, pero ahora con el cierre de especialidades y maestrías esa cantidad disminuyó. En la actualidad, «su recuperación y activación requiere grandes inversiones en personal, equipamientos y suministros médicos», según constató Aula Abierta.
En el Hospital Universitario de Caracas se impartían 35 programas de posgrado y 16 cursos de ampliación. Sin embargo, al menos 4 de ellos ya estaban cerrados para septiembre de 2022: Neurología Clínica, Cirugía de Tórax, Neurofisiología Aplicada y la Maestría en Investigación Clínica.
Deserción de estudiantes en Medicina
Entre 2015 y 2022 hubo deserción estudiantil de 26% en estudios de posgrados en la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela. Las cifras fueron registradas en el informe Universitarios de la salud en riesgo: violaciones a la libertad académica y educación de calidad, publicado por Aula Abierta.
El informe destaca información de la Gerencia de Estudios de Postgrados de la UCV, la cual precisó que para el año 2013, la Facultad de Medicina tenía una matrícula de 2.027 estudiantes; luego, en 2014, llegó a tener 2.229, y para 2015 era de 2.156. Para 2022 solo había 1.587 estudiantes de posgrado o residentes vinculados a los diferentes programas clínicos dictados en Caracas.
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Ivonne Martínez, estudiante de último año de Medicina y Consejera Estudiantil en la UCV, reportó al equipo de investigación de Aula Abierta que en el 2016 comenzaron a estudiar medicina 417 personas, de las cuales, aproximadamente 40% se retiró entre el 2017 y 2018. Para septiembre de 2022 solo quedaban 135 estudiantes, lo cual representó una tasa de deserción estudiantil de 68%.
Entre los motivos, Martínez destacó la situación económica del país, la falta de oportunidad laboral para los profesionales de la Medicina, así como las malas condiciones y amenazas en los centros de salud.
Ausencia en todos los rincones
En la Universidad del Zulia (LUZ) también se retiró un número importante de estudiantes. En el año 2021 había 42 residentes en el posgrado de Cirugía General del Hospital Universitario de Maracaibo, de los cuales 10 se retiraron. Esto equivale a una cifra de deserción del 24% en esa especialidad.
La ONG Aula Abierta ya había documentado en 2019 un incremento en la deserción estudiantil de los posgrados de Medicina de LUZ. Se alcanzó 80% en Cirugía Torácica y 71,4% en Cirugía Cardiovascular.
Denlis Ortega, estudiante de sexto año de Medicina en LUZ, dijo que al inicio de su carrera, en octubre de 2014, eran aproximadamente 800 estudiantes, mientras que para septiembre de 2022, cuando estaba por graduarse, presumía que iban a egresar aproximadamente 300 estudiantes, es decir, 500 estudiantes menos, lo cual representaba un índice de deserción de 62,5%.
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En la Universidad de Oriente (UDO) en Anzoátegui, el posgrado de Medicina Familiar contaba con cinco graduandos para el 2022. Sin embargo, no había ningún residente en formación ni nuevos ingresos.
Una profesora del posgrado de Medicina Familiar de esa universidad dijo que anteriormente el posgrado tuvo hasta 14 alumnos inscritos. Más tarde, en 2019, el promedio oscilaba entre 6 y 7 residentes por año, lo que representa un índice de deserción estudiantil de aproximadamente 50%.
Para la fecha en la que se documentó el informe de Aula Abierta, en el posgrado en Cirugía General de la UDO había 20 residentes: 6 de primer año, 8 de segundo año y 6 de tercer año. A pesar de esto, la mitad de estudiantes manifestaba el deseo de emigrar, mientras que otros buscaban alternativas para ejercer en medio de la crisis.
Falta de profesores
Los profesores también se vieron obligados a abandonar sus cargos. Desde 2017, en la UCV la disminución de docentes ocasionó el cierre de algunos programas de posgrado. Para octubre de 2018, la nómina docente se redujo a un 40%.
En 2022, más del 80% de los profesores de posgrado de la Universidad Central de Venezuela no formaban parte del personal docente ordinario de la Universidad, sino que dependían administrativamente del organismo empleador, precisó Aula Abierta.
La deserción de profesores en la Universidad del Zulia se vio impulsada por la migración y jubilación de profesores, cuyas vacantes no estaban siendo llenadas. Para 2019 había solo dos profesores por posgrado, en promedio.
De 48 posgrados de Medicina de la Universidad de Los Andes en 2020, solo 5 tenían profesores activos para más de 500 estudiantes en formación.
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La ONG Aula Abierta destacó que la escasez de suministros, violaciones a la libertad académica, falta de actualización tecnológica, asfixia presupuestaria, precariedad en la infraestructura, persecución e inseguridad son algunas de las razones que impulsan la deserción estudiantil y docente entre los distintos posgrados en el área de la Medicina en Venezuela.
En ese sentido, Aula Abierta exigió en su informe al Estado venezolano que cesen los actos de criminalización y estigmatización en contra de los universitarios de las ciencias de la salud.
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