El sacerdote keniano Josiah K’Okal, quien estaba desaparecido, fue encontrado muerto en una zona boscosa de Guara, estado Monagas, informó la Arquidiócesis de Caracas a través de sus redes sociales este marte, 2 de enero.
«Fue un buen sacerdote y un generoso misionero. Paz a su alma», expresaron las autoridades religiosas desde la Arquidiócesis caraqueña y en nombre del cardenal Baltazar Porras.
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El sacerdote pertenecía a la Congregación Misioneros de la Consolata de Tucupita, estado Delta Amacuro. Salió el 1 de enero de la sede la congregación, ubicada en Paloma, con destino desconocido, pues sus compañeros dijeron que no les informó hacia dónde iba, reseña Tal Cual.
Por su parte, el medio Tanetanae reporta que la Policía Nacional Bolivariana (PNB) halló el cuerpo del religioso, presuntamente, en un árbol de la carretera nacional en Isla de Guara.
Los líderes waraos de la comunidad deltana han exigido a las autoridades policiales un proceso limpio y sobre todo creíble; así como también un pronunciamiento de las autoridades gubernamentales.
Josiah K’Okal nació en Kenia y sirvió a los indígenas waraos y a los más pobres en Delta Amacuro durante sus últimos 15 años de vida.
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