Caracas. Desde enero hasta septiembre de 2019 fueron reportados 34 casos de torturas en el territorio nacional, que incluyeron a 554 víctimas individuales. Esto representa un aumento del 508,25% respecto de 2018. Además, es una cifra récord en los 31 años de monitoreo realizado por la ONG Provea.
La ONG señala que debido a factores como la opacidad oficial, las dificultades para el monitoreo, derivadas de la disminución de prensa independiente, y el temor de los familiares de las víctimas para denunciar los abusos, la data pudiera estar sujeta a un subregistro, lo que indica que pudo haber ocurrido un número aún mayor de casos de torturas.
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En cuanto al perfil de las personas sometidas a estos casos, se encuentran hombres, jóvenes y pobres. De acuerdo con los datos ofrecidos por el informe: 98,55% de las víctimas individualizadas fueron de género masculino, mientras que el 0,90% pertenece al género femenino. En el restante 0,54% de las víctimas, no pudo identificarse el género.
Las edades de las víctimas oscilaron entre los 18 y los 50 años, y la mayoría de las lesiones infligidas a estas personas consistieron en golpes, culatazos, descargas eléctricas, crucifixión, patadas e insultos.
La tipología de los casos de tortura es: 408 personas fueron privadas de libertad por delitos comunes, 124 militares acusados de conspiración y 22 civiles detenidos por razones políticas o protestas.
Entre las autoridades involucradas se encuentran: la Policía Nacional Bolivariana (PNB), el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).
Consulta el informe completo de Provea en el siguiente enlace