Guanare.- Los presos del retén transitorio del comando policial de Acarigua, en Portuguesa, continúan alzados desde el pasado miércoles. Este jueves en la noche lanzaron una amenaza de motín sangriento si las autoridades no acceden a sus peticiones, que ellos califican de «mejoras sociales».
Las peticiones de los privados de libertad, nueve en total, incluyen el cambio del director del Centro de Coordinación Policial, Guillermo López; el pase de comida sin revisión; la reanudación de la visita; el permiso de visita con pernocta cada 15 días y el libre acceso a los grupos evangélicos y deportivos.
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Además, el listado incluye otras solicitudes que no son permitidas, de acuerdo al reglamento que rige las instalaciones penitenciarias: piden que se les permita el ingreso de chimó, cigarrillos y bebidas alcohólicas, entre otras sustancias; la eliminación del servicio de garitas y un permiso de acceso de materiales para la construcción de una piscina.
El supervisor William Alvarado, jefe del retén y del centro de coordinación policial del municipio Páez, reveló en una minuta emitida por la Policía de Portuguesa que las peticiones de los reclusos habían sido formuladas por el primer líder negativo, Wilfredo Ramos, a través de una llamada telefónica.
Alvarado confesó, segun el parte policial, que el lider negativo le participó que no quería diálogo, ni mesa de trabajo, hasta tanto se hicieran presentes la fiscal superior Amarilis Perez y la defensora del pueblo Raquel Viera.
Hasta este viernes 17 de mayo al mediodía, ni Pérez ni Vieria se habían presentado en los calabozos del retén.