En la sala de cuidados intensivos de la clínica Urológico San Román se encuentra recluida una niña de un año y 10 meses, que se debate entre la vida y la muerte tras sufrir abuso sexual y torturas.
Las responsables de los maltratos serían su madre Yésica Damari Flores (21) y su pareja sentimental, Maite Anaís Rodríguez Frautes (36). Ambas fueron detenidas el 3 de febrero por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc). Autoridades aún desconocen la identidad del agresor sexual, que por el tipo de lesiones que dejó en el cuerpo de la niña sería un hombre.
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Los ataques contra la infante ocurrieron en La Pastora, a dos cuadras de la iglesia San Judas Tadeo.
Las mujeres fueron aprehendidas en el hospital de Lídice cuando ingresaron a la niña en estado crítico. Según el reporte del Cicpc, presentó múltiples lesiones de gravedad, entre ellas fracturas de vieja y reciente datas, además de signos de abuso.
Los médicos la intubaron y la trasladaron al Urológico San Román, donde fue intervenida para extraer varios coágulos de sangre causados por golpes que recibió en la cabeza. Luego de esta operación, el neurólogo tratante informó que se encuentra estable.
Conmoción en La Pastora
La comunidad señala que se siente consternada y espera una condena para ambas mujeres por torturar a una niña. Vecinos están prestos a colaborar con la policía para identificar al abusador sexual.
Desde su infancia, Yésica, la madre de la niña, vivió en la calle Santa Ana de La Pastora. Sus vecinos aseguraron a El Pitazo que desde muy pequeña, según recuerdan, siempre estaba sola en la calle y que su núcleo familiar fue disfuncional.
“Consumió drogas desde su adolescencia y siempre se le vio con parejas mujeres, por eso nos sorprendió verla embarazada”, dijo una vecina que prefirió el anonimato. La comunidad desconoce la identidad del padre de la niña; sin embargo, afirmaron que los familiares de Yésica sí saben quién es.
Maite llegó a la vida de Yésica cuando la niña tenía seis meses de nacida. Comenzaron una relación sentimental y la madre de la bebé decide irse a vivir a su casa, que era cercana a la suya.
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Anterior a la mudanza, sostuvo una disputa con su hermana y su madre, ya que ambas le pidieron que dejara a la niña bajo sus cuidados, asegurándoles que con ellas estaría mejor. Yésica se negó e insistió en que iniciaría una nueva vida con Maite y su hija.
“Pensamos que con esta relación Yésica mejoraría y le daría una buena vida a la niña, ya que Maite tenía muy buena presencia, era una mujer educada. Ella dijo en un par de oportunidades que era exfuncionaria policial, pero desconocemos si es verdad”, contó otra de las vecinas entrevistadas.
Investigación por torturar a una niña
El Cicpc detalló en la publicación que se realizó en Instagram sobre este caso, que las detenidas confesaron que golpeaban a la niña “como método de represión por su comportamiento”.
Una fuente policial detalló que durante las investigaciones, extrajeron, como evidencia, el fragmento de una conversación de WhatsApp que ambas sostuvieron. Maite le pidió a Yésica que le llevara la crema de siempre porque la niña aún sangraba por sus partes íntimas.
Actualmente, la policía indaga en el entorno de ambas. Es investigado el hermano de Maite, quien presuntamente tiene problemas de alcoholismo y era cercano a la pareja. También lo es un carpintero de la zona, cuya residencia era últimamente frecuentada por las mujeres y la niña.
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