Guarenas.– Dos días tenía Orlando Enrique Arismendi Ramírez de haber regresado de Perú a su natal Guarenas. Vino a realizar algunos trámites legales y a visitar a su familia para luego volver a tierras incas, a donde se vio obligado a emigrar para garantizar un mejor futuro a sus hijos y ayudar a su familia económicamente.
Sin embargo, Orlando Arismendi no pudo hacer nada de lo planeado, porque encontró la muerte.
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La noche del lunes 26 de agosto fue a llevar a su hermano a la urbanización Los Naranjos, en su moto. Cuando regresaba por la avenida Intercomunal Guarenas-Guatire, donde no hay un solo bombillo del alumbrado público, cayó en el bache de una remoción de asfalto que hizo la alcaldía de Plaza hace más de un año, pero que nunca repuso.
El hombre de 42 años de edad era motorizado desde su adolescencia, pero ninguna maniobra pudo evitar que perdiera el control de su «caballito de hierro». Murió al instante.
Orlando Arismendi era conocido como «Orlandito» porque llevaba el mismo nombre de su papá. Era muy querido en la comunidad de Güeime, donde siempre vivió. Sus vecinos resaltan que era un hombre responsable.
Su familia está devastada. Deja huérfanos a cuatro hijos, dos de ellos pequeños.
Motorizados exigen calles en buen estado
Al conocerse las causas del accidente de tránsito que acabó con la vida de Orlandito, la Fuerza Motorizada del municipio Plaza solicitó una audiencia con el alcalde de Guarenas, Luis Carlos Figueroa.
Pidieron al mandatario que se ejecuten las obras necesarias para que la vialidad en el municipio sea recuperada.
«Las calles de Guarenas están inservibles. Si no van a asfaltar, no deberían raspar las calles, porque con la lluvia se hacen troneras y no ves, justo lo que pasó con nuestro compañero. Nosotros le pedimos al alcalde que cumpla con su trabajo y arregle las calles«, comentaron.