El taxista Juan Daniel Prado Marín será el gran ausente en el nacimiento de su primogénito, previsto para el mes de febrero de 2024, porque la mañana del miércoles 13 de diciembre falleció, junto a sus pasajeros, durante la explosión de una gandola cargada con thinner que ocurrió en la autopista Gran Mariscal de Ayacucho.
El joven de 28 años es una de las 25 personas que murieron calcinadas en la tragedia de Miranda. En medio del desconcierto, un grupo de mujeres llegó este 14 de diciembre a la morgue de Bello Morgue en busca de información sobre su familiar.
Estaban su madre, su tía y una prima. En medio del shock en el que se encontraban, les tocó realizar los trámites para retirar los restos de Prado Marín.
Su progenitora lloraba desconsolada en el interior de la medicatura forense, mientras sus otras dos familiares esperaban afuera.
Su tía Darielvis Martínez relató que tanto Juan Daniel como ellas son nativos de Irapa, estado Sucre, y que desde hace cuatro años el joven hacía viajes ejecutivos desde esa población hasta Caracas.
Antes de retornar desde la capital del país, Juan Daniel llamó por teléfono a su hermana para informarle que ya iba en su automóvil, modelo Chevrolet Optra, con varios pasajeros. Le dijo que iría en caravana con dos de sus compañeros que también llevaban clientes. Ellos eran José Rafael Rondón, que manejaba un Chery blanco, y Víctor Suárez, que conducía otro carro de características no precisadas.
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Las familiares desconocen cómo sucedieron los hechos y no recuerdan cómo se enteraron. Solo atinaron a decir que lo llamaron incontables veces al ver las imágenes de la explosión por redes sociales, pero él nunca contestó.
Su amigo José Rafael Rondón también murió y Víctor Suárez tiene la mayor parte de su cuerpo quemada y se encuentra recluido en la unidad de cuidados intensivos (UCI) del hospital de El Llanito.
La mamá, la tía y la prima del taxista comentaron que los pasajeros que iban con su familiar también murieron y que los clientes que iban en los otros carros, presuntamente, se encuentran con vida, pero no tienen certeza.
Esperaba un hijo
Desde que se enteró de que sería padre, Juan Daniel concentró sus esfuerzos en aumentar su ritmo de trabajo para ofrecer todas las comodidades a su esposa, en el parto y en la etapa de lactancia. El carro que conducía su compañero José Rafael también era de él.
Sus dolientes hicieron planes para pasar lo que resta de día en la morgue de Bello Monte en espera de que les entreguen el cuerpo. Contaron que lo trasladarán hasta Irapa, en Sucre, para sepultarlo. “No quiero regresar más a Caracas, en todos lados hablan de la misma tragedia, siento que toda la gente está dolida por lo que pasó”, apuntó la prima del taxista Juan Daniel, Katy Ramírez.
Una fuente detalló que hasta este jueves, 14 de diciembre, 25 cadáveres permanecían en la morgue de Bello Monte y que todos murieron por quemaduras durante la explosión. Se conoció que 5 de ellos aún están por identificar.
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