El día que asesinaron a Yoiser Enrique Silva Sojo, de 18 años, el presunto homicida se quedó con su teléfono. Desde ese móvil, el victimario envió mensajes a su celular para hacer creer que no se había encontrado con Silva Sojo. Así pensó burlar a las autoridades; sin embargo, el crimen fue esclarecido.
La investigación de este homicidio comenzó el pasado 28 de abril, cuando la progenitora de Yoiser Enrique Silva Sojo acudió a la Policía Nacional Bolivariana (PNB) de los Valles del Tuy para denunciar la desaparición de su hijo.
La denunciante señaló a los uniformados que su descendiente había recibido una llamada de su amigo Yeferson Michel Fariñas Silva (26 años), el 27 de abril, para que lo acompañara a abrir un hueco en un terreno ubicado en el sector La Estela, de Santa Teresa del Tuy, estado Miranda. Hasta ese día supo de él.
Los oficiales acudieron a la residencia de Fariñas y este se contradijo en sus declaraciones. Una de ellas fue cuando le pidieron su teléfono celular y dijo que no sabía dónde estaba; sin embargo, minutos antes había recibido una llamada de su padre. Eso lo sabía la policía. “Quizás lo extravié cuando venía de regreso de la casa de mi amigo Luis Carrasquel”, respondió.
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Los funcionarios se presentaron en la casa de Carrasquel, en el sector El Trapiche de Mopia, y consiguieron dos teléfonos: el de Fariña, quien lo había dejado escondido, y el de Yoiser Enrique Silva. En este último encontraron mensajes de Fariñas, quien hacía ver que no había coincidido con Silva Sojo. Cuando envió esos mensajes, ya el joven estaba muerto.
Yeferson Michel Fariñas Silva y Luis Argenis Carrasquel Ereipa (21 años) fueron trasladados a la sede policial de la jurisdicción. En los interrogatorios, Fariñas Silva confesó que había matado a Yoiser Enrique Silva tras golpearlo con una herramienta (pico). Luego lo lanzó en una fosa y lo rellenó con tierra.
Fariñas Silva condujo a la policía hasta el patio de un inmueble. Allí estaba el cadáver. Una mano que sobresalía del terreno ubicó a los uniformados en el lugar exacto donde fue sepultado el cuerpo. Al parecer las diferencias entre los amigos surgieron por una mujer.
En la audiencia de presentación, la Fiscalía 9° del Ministerio Público imputó a los hombres por los delitos de coautores de homicidio calificado ejecutado con alevosía y por motivos fútiles, robo agravado y agavillamiento.
Una vez evaluados los elementos de convicción expuestos por los representantes del Ministerio Público, el Tribunal 5° de Control de Miranda dictó medida privativa de libertad en contra de Fariñas Silva y Carrasquel Ereipa. Ambos permanecen recluidos en la cárcel Yare III del estado Miranda.
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