Diez minutos para actuar antes de que la escopolamina o burundanga se expanda por el organismo es el tiempo con el que cuenta una víctima al momento de tener contacto con esta sustancia.
La aseveración la hizo el coordinador y fundador de la Cátedra Libre Antidrogas del Instituto Pedagógico de Caracas, Hernán Matute, como forma de prevención ante la denuncia reciente de casos ocurridos en Caracas en los que asaltaron a personas usando esta droga.
El 28 de febrero fue publicada en la cuenta del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), la detención de dos adultos mayores identificados como Pedro Azuaje (68 años) y José Alzate (55 años), quienes presuntamente empleaban burundanga para asaltar a sus víctimas.
Se hacían pasar por vendedores de billetes de lotería y entregaban los tiquetes impregnados con la sustancia a los incautos, cuando estos perdían el conocimiento eran introducidos en un vehículo y despojados de todas sus pertenencias. Su centro de operaciones era en Quinta Crespo.
Al obtener varias denuncias del mismo modus operandi, funcionarios de la policía científica realizaron labores de investigación hasta dar con el paradero de los responsables.
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Ciudadanía alerta por uso de burundanga
Ante hechos similares al ocurrido, Matute precisó que hay muchos mitos alrededor del uso de esta sustancia y que una pregunta que suelen hacerle es: ¿por qué quien entrega la sustancia no se contamina?: «Cómo es posible que una persona que entregue una tarjetica con el supuesto polvito blanco o de escopolamina, con sus manos descubiertas, no se contamina y sí contamina a la otra persona».
Respondió que para que esta droga genere una reacción tiene que ingerirse o entrar al cuerpo al ser frotado con una sustancia acuosa o aceitosa. Es decir, que quien la entrega se asegura de que la víctima ingiera la sustancia o esta penetre en la piel.
«Una vez participé en un evento en el Pedagógico de Caracas con un profesor de la Facultad de Farmacia, nos colocamos en el canto de nuestras manos esta sustancia, un estimado de 10 minutos, y no nos pasó absolutamente nada».
Una fuente del Cicpc aseguró que quienes manipulan la burundanga suelen entregar cartones mojados con supuestos perfumes. «Son papeles largos rociados de un solo lado, mayormente con aceite, todo está calculado para no tener contacto. Ellos suelen tener cómplices que los vigilan por si llegan a contaminarse», contó a El Pitazo.
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Efectos peligrosos de la droga
Según lo detallado por el entrevistado, quien fue asesor de la Subcomisión Antidrogas, Antiterrorismo y Delincuencia Organizada de la Asamblea Nacional 2016-2021, luego de que la escopolamina ingresa al organismo la víctima comenzará a comportarse de una manera vulnerable y quedará a la voluntad del agresor. El efecto durará según la calidad y cantidad de la sustancia, que suele ser entre dos y tres horas.
Entre los síntomas que describió destacan: dilatación de la pupila, visión borrosa, estupor, estado de inconsciencia parcial, taquicardia, retención urinaria, reducción de la saliva, dificultad para hablar, fiebre, somnolencia y grave amnesia.
«La amnesia es la parte que nos preocupa más desde el punto de vista de la seguridad de las personas que son tocadas por estas sustancias, porque provoca una eliminación del libre albedrío, pierdes la conciencia. Porque es un hipnótico y tu cerebro queda automatizado y hace lo que se le ordena, responde sin ninguna censura, por este motivo este alcaloide es conocido como el suero de la verdad», reveló el experto.
En cuanto al acceso a la burundanga, Matute precisó que hay dos vías. Una es de forma rudimentaria, que consiste en el procesamiento de diversas flores de fácil acceso que contienen la escopolamina, y otra a través de un laboratorio.
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