Caracas. La esposa del teniente coronel del Ejército Igbert José Marín Chaparro pidió una constancia de fe de vida del oficial.
Yocelyn Carrizalez aseguró que Marín Chaparro cumple este lunes 3 de junio un mes y una semana sin que su familia sepa de él.
El oficial permanece detenido en la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) en Boleíta, desde marzo de 2018. Desde entonces, Carrizalez denuncia que el militar ha sido objeto de tratos crueles e inhumanos.
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«Por ejemplo, lo dejan sin acceso al baño por más de una semana, teniendo que hacer sus deposiciones fecales en una bolsa en el mismo sitio donde duerme y come», dijo.
Manifestó que en el último trimestre del año pasado poco a poco fueron mejorando sus condiciones, «pero en 2019 se ha recrudecido la represión contra él».
«Tiene ya más de tres meses sin poder hacer llamadas telefónicas, más de dos meses sin derecho a recibir abogado y más de un mes y una semana sin visita familiar. A estas alturas, llevo más de 40 días sin tener fe de vida, sin tener una excusa para haberle suspendido la visita», explicó.
Comandante del batallón de Infantería Motorizada Juan Pablo Ayala, con sede en Fuerte Tiuna, Marín Chaparro fue acusado de liderar un complot contra el gobierno de Nicolás Maduro.
El tribunal de control que lleva su causa le imputó los delitos de traición a la patria, instigación a la rebelión y acciones contra el decoro militar.
En marzo de este año la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) dictó medidas cautelares de protección al militar.
Carrizalez dijo además que lo último que supo de su esposo es que a sus compañeros privados de libertad les han dichos que hay «una amenaza cierta contra su vida».
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