San Carlos de Zulia.- Ricardo Araujo Parra, de 24 años, un zuliano del Sur del Lago que intentó probar suerte al emigrar hace tres años a Santiago de Chile, fue asesinado luego de una discusión este sábado 26 de septiembre. El joven mantuvo un altercado con unos chilenos porque les chocó el vehículo a esos ciudadanos. Minutos después, unos desconocidos dispararon y dejaron sin vida a Ricardo en una calle de aquella tierra, que para él representó un territorio de oportunidades ante la crisis económica de Venezuela.
Así lo cuentan este lunes, 28 de septiembre, amigos de Ricardo a El Pitazo. Revelan que junto a dos amigos salió a recorrer las calles de la capital chilena y mientras estaban en el carro consumían bebidas alcohólicas. En una vía de un sector de Santiago marcado como zona roja chocaron contra otra unidad.
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«Entre los chilenos del auto impactado y el trío del que formaba parte Ricardo comenzó una acalorada discusión. El joven zuliano trató de mediar con los ocupantes del vehículo chocado; incluso les aseguró que se harían responsables por los daños, pero los afectados estaban muy molestos; no aceptaban mediar. A los minutos de la discusión, unos hombres pasaron por el lugar y dispararon contra los tres ocupantes del automóvil donde estaba Ricardo. Él fue el único en recibir una bala, que lo dejó malherido, y minutos después dejó de presentar signos vitales«, contó por vía telefónica un amigo del fallecido a El Pitazo. Los familiares, sin embargo, no han querido confirmar la versión de lo ocurrido a los medios de comunicación.
Araujo tenía tres años en Chile, donde vivía junto a su novia. Juntos habían emprendido un establecimiento de pinturas y otros artículos de ferretería para remodelar viviendas. Allá se les llama «empresa». Había prosperado y tenía estabilidad. «Era un muchacho sano y trabajador, que no se metía con nadie. Siempre fue trabajador y soñador», dijo otro lugareño del poblado de 4 Esquinas, en la parroquia Carlos Quevedo del municipio Francisco Javier Pulgar del estado Zulia.
Ricardo, según amigos de crianza, era hijo mayor de un ganadero en 4 Esquinas. Julio, su papá, es dueño de la más amplia carnicería de esa zona. «Tenía buena posición económica y su progenitor le daba todo, pero él había decidido emigrar fuera de Venezuela y labrar su propio camino, situación que su familia apoyó», menciona otro vecino de ese poblado que conoció a Ricardo desde la infancia. Los padres de Ricardo viajaron el domingo hasta Cúcuta en un intento por ir a buscar el cuerpo de su hijo al país suramericano, pero les fue imposible debido a las restricciones de vuelo por la pandemia. También se conoce que los familiares tratan de que los restos sean repatriados por vía aérea desde Chile hasta Bogotá, Colombia.
En Carlos Quevedo, al sur del Zulia, hay conmoción por esta atroz muerte. Vecinos y amigos piden justicia a las autoridades chilenas para esclarecer el homicidio, y que se dé captura a los responsables. Araujo Parra fue objeto de la delincuencia, de la que no escapan los venezolanos que dejaron su país en busca de un próspero futuro alejados de sus seres queridos.
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