Barinas.- Desde el 14 de abril del 2018, Ricardo Mora Contreras vive lo que él describe como su peor pesadilla. Un grupo de unas 100 personas tomaron por asalto su finca La Escondida, ubicada en los límites de los municipios Alberto Arvelo Torrealba y Pedro Manuel Rojas del estado Barinas y casi tres meses después, no ha sido posible desalojarlos de sus propiedades.
No ha habido instancia a la que no haya acudido. Posee la cadena de titularidad de las tierras que data de 1829, certificado de finca productiva expedido por el mismo Instituto Nacional de Tierras (Inti), no obstante, la mañana de este martes 3 de julio, fue desalojado por los guardias de seguridad de las instalaciones de ese instituto en Caracas, a donde decidió ir para ver si le dan una solución definitiva al problema que confronta.
Mora está desesperado por lo que ocurre con su finca ganadera en plena producción. Dice que la adquirió el año 2010 y desde entonces lo único que ha hecho es trabajar y producir, pero su trabajo y el de más de 12 empleados directos que tiene ahora está en peligro porque no solo le tomaron su finca por asalto, sino que ahora ni siquiera dejan que los obreros hagan sus faenas con el poco ganado que le está quedando.
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Este lunes 2 de julio, Mora recibió una llamada muy temprano de su capataz: “jefe, haga algo rápido porque esta gente tomó por asalto la casa de la finca y no nos deja acercarnos hasta los corrales para sacar el ganado. Llame a alguien del Gobierno porque están armados y nos tienen amenazados”. Efectivamente, Mora llamó al general de la Zona Operativa de Defensa Integral (Zodi), pero solo pudo dejarle un mensaje de voz; su llamada nunca fue respondida.
Ante la falta de respuestas el productor se fue para Caracas y amaneció en la sede del Inti junto a sus hijos, en busca de una respuesta, una acción efectiva que desaloje a los ocupantes ilegales de su propiedad. No solo no lo recibieron, sino que lo desalojaron con el personal de seguridad, lo echaron de las instalaciones y, nuevamente, se quedó sin la información que estaba buscando.
Refiere Mora Contreras que, según le cuentan sus obreros en la finca La Escondida, los facinerosos que asaltaron su propiedad aseguran que ellos tienen autorización del Inti para ocupar las tierras y que la próxima semana estaría en Barinas una comisión de ese organismo público para hacerles la entrega formal de un lote de esas tierras, tal como ocurrió con el hato La Primavera en San Silvestre, donde repartieron las tierras aún habiéndose demostrado que estaba en plena producción cuando fue invadida hace dos años.
Mora todavía confía en que le devolverán sus tierras, no obstante, teme por la seguridad de sus obreros y de sus familiares porque, dice, los invasores son agresivos, están armados y todo parece indicar que tienen el apoyo de las altas esferas del gobierno.