Maracaibo. El caso de la muerte de una niña de un año en Maracaibo, envenenada supuestamente por comer yuca amarga desató nuevas reacciones.
La pequeña murió el pasado 27 de febrero, pero las autoridades de salud de la región adscritas a la Gobernación del Zulia, reaccionaron el pasado 9 de marzo y aseguran que no fue por la yuca amarga, sino por intoxicación con sal de nitro.
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Una de las personas que salió al paso fue el exdecano de la facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia y profesor de esa casa de estudios, Werner Gutiérrez. No solo calificó de “irresponsables” las declaraciones de Richard Hill, secretario de Salud de la Gobernación, sino que apuntó que la yuca amarga podría venir de Colombia.
“Lo que puede estar pasando es que hay personas que aprovechan la demanda del mercado para desviar yuca de uso agroindustrial, que es la yuca amarga, hacia el mercado fresco. En el caso del Zulia, tenemos la posibilidad, inclusive, que estén ingresando yuca amarga del lado colombiano porque ellos también siembran yuca amarga”.
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Se refirió Gutiérrez a la demanda y al consumo. Explicó, que de acuerdo con datos de la facultad de Agronomía, en 2015 una persona consumía al año 10 kilos de yuca y el promedio entre 2016 y 2017 ya suma entre 15 a 20 kilos por persona.
Para sustentar su posición, el profesor universitario alertó que si una persona está malnutrida y presenta características de quien tiene baja ingesta de proteína tiene más probabilidades que el consumo de yuca amarga y la intoxicación, lo lleve a la muerte. “Solamente el 30 por ciento de la población venezolana declara actualmente que está consumiendo proteína, el otro 70 por ciento no”.
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