Barcelona.- El nombre de Leonardo Santilli García, de 49 años de edad, era desconocido en el estado Anzoátegui hasta el martes 1° de septiembre, a las 3:30 pm, cuando un sicario le efectuó ocho impactos de bala, a través del quemacoco de su camioneta Toyota, 4Runner, color beige, placas AA605GF. El asesino conocía que ésta era la única parte del vehículo que podían atravesar los proyectiles.
Anzoátegui | Asesinan a contratista de Pdvsa acusado por Gobierno de EE.UU
Minutos más tarde, cuando se supo de su muerte, en el estado circuló que habían matado a un importante empresario de la estatal petrolera. Con el pasar de las horas se pudo conocer quién realmente era el hombre asesinado frente a una cadena de farmacias ubicada en el sector Venecia del municipio Urbaneja, en la entidad oriental.
Quienes pasaban por el lugar y hoy están siendo interrogados por agentes del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) aseguran haber visto a un hombre con casco negro y vestido del mismo color, cuando se bajó de una moto Kawasaki KLR 650 y se montó sobre la camioneta Toyota 4Runner en la que se encontraba Santilli.
“Inmediatamente se arrodilló en el techo y disparó. Luego salió a alta velocidad hacia la avenida Jorge Rodríguez de Barcelona y, según dicen, siguió hacia la avenida Argimiro Gabaldón, que es la vía alterna que comunica a los municipios de la zona norte en Anzoátegui”, contó un habitante de Venecia.
Pero aparentemente Santilli no estaba solo. El empresario zuliano de nacionalidad ítalo – venezolana esperaba a una persona que estaba haciendo compras en la cadena de farmacias; ésta nunca apareció. Aparentemente se escurrió entre el alboroto que las personas formaron luego de las detonaciones para tratar de salvar la vida de quien en ese momento era un completo desconocido.
Santilli fue llevado por unos vecinos hasta la sala de urgencias de la Clínica Meditotal Las Garzas, pero al sitio ingresó sin signos vitales, según la primera evaluación realizada por los médicos que estaban de turno.
Muerte por encargo
Una fuente ligada a la delegación del Cicpc en el estado Anzoátegu, reveló al equipo de El Pitazo, que la muerte del empresario ítalo–venezolano fue por encargo y que el homicida que iba en una moto Kawasaki KLR 650 lo seguía desde la Urbanización Las Villas, ubicada en Lechería, lugar donde el empresario tiene una lujosa quinta.
Los detectives ya tienen en su poder las grabaciones realizadas por las cámaras de seguridad de la cadena de farmacias y están tratando de ubicar a la persona que supuestamente iba con Santilli, y a la cual éste esperaba frente al establecimiento comercial.
También se rumora en el cuerpo detectivesco que Leonardo Santilli había recibido amenazas por parte de sus socios y aliados, pues éstos se habrían enterado que planeaba viajar a EE. UU. a aportar algunas declaraciones, tras ser acusado por hechos de corrupción y lavado de dinero en Pdvsa.
Médicos forenses de la morgue del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), ubicada en Barcelona, le observaron al cuerpo de Santilli ocho impactos de bala con entrada y salida distribuidos entre el pecho, abdomen, brazo y pierna del lado izquierdo.
Lo cierto es que quien disparó en contra del empresario sabía que la única parte que no estaba blindada en la camioneta donde se desplazada Santilli era el quemacoco, razón por la cual fue directamente al objetivo, disparó y luego huyó.
Investigado por EE. UU.
Las investigaciones iniciaron, pero al conocer el nombre de la víctima se supo que se trataba del empresario zuliano cuyas cuentas fueron intervenidas el 20 de abril por autoridades de los Estados Unidos, luego de ser acusado de lavado de dinero por hechos de corrupción cometidos en Pdvsa. Fue entonces cuando el hermetismo de los detectives del Cicpc se hizo más fuerte y no han querido aportar detalles del suceso a los medios de comunicación de la zona.
El único pronunciamiento oficial que, hasta el momento, se ha publicado al respeto lo hizo el fiscal general designado por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Tarek William Saab, quien a través de sus redes sociales ordenó se investigue sobre el sicariato y para ello designó a la fiscalía N° 36 con competencia nacional. Tampoco el director general del Cicpc, Douglas Rico, se ha pronunciado al respecto, como suele hacerlo en los hechos más sonados registrados en Venezuela. El hermetismo es total y el caso está siendo tratado a puerta cerrada en la delegación estatal.
Sobre Leonardo Santilli García pesaba una acusación realizada por el gobierno de Estados Unidos por conspiración para cometer delitos de lavado de dinero, instrumentos para lavado de dinero y transacciones monetarias ilegales cometidas entre 2014 y 2017.
Según la Corte del Distrito Federal de Florida, el empresario zuliano estaba relacionado con contrataciones falsas con sobreprecios asignados por Petróleos de Venezuela y era el dueño de las empresas Constructora Casaco Co y PLD Inversiones C.A, además de las firmas SGP Group Corp, registrada al sur de Miami, y A&M Support Inc, registrada en Weston, Florida, todas relacionadas a hechos de corrupción y por las cuales le fueron congelados 44.7 millones de dólares en 17 cuentas bancarias.
Las investigaciones habrían iniciado en 2017, cuando autoridades de EE. UU. comenzaron a indagar sobre hechos de corrupción en Petróleos de Venezuela y confiscaron $1.000 millones de pagos entre contratistas vinculados a este delito al sur de Florida.
Según la investigación publicada por la periodista Maibort Petit, entre los hallazgos realizados por el gobierno de Estados Unidos se pudo conocer que las empresas de Santilli habrían recibido contratos de las filiales Petrocedeño, Petropiar, Bariven, Petrolera Sinovensa y Petromonagas por un total de $146.600.000, los cuales fueron abultados, cobrados y a muchos de ellos no se les dio cumplimiento.
Empresa fantasma
Según declaraciones aportadas por el secretario ejecutivo de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv), Eudis Girot, son más de 300 empresas contratistas las que están vinculadas al desfalco de la estatal petrolera y que se han dedicado al soborno para lograr las contrataciones.
“En Anzoátegui no se conocen ni las empresas de Santilli y mucho menos a él. Esta es otra de las empresas fantasmas que han servido por años a los gerentes de Pdvsa de fachada para desfalcar a la estatal y lo peor es que ese desfalco y esos hechos de corrupción aún se mantienen”, aseguró.
Girot se atrevió a asegurar que las empresas contratistas cobran cinco veces más de lo estipulado y no cumplen con la contratación, incluso destacó que han apelado al despido de empleados que han intentado interferir con dichas negociaciones.
Con él coincidió el dirigente sindical Gregorio Rodríguez, quien contó que las contrataciones se han otorgado a través de sobornos e intereses particulares que buscan beneficiar a los gerentes de la estatal petrolera.
A Santilli también lo señalan de ser uno de los testaferros del exdirector de la Faja Petrolífera del Orinoco, Pedro León, y del exalcalde del municipio Guanta en Anzoátegui, Jhonathan Marín.
Vinculado al oro
El portal www.runrun.es publicó una investigación especial en la que sale a relucir nuevamente el nombre de Leonardo Santilli García, quien, según explican, era socio de la Corporación Guayanaoro C.A, la cual se encarga desde el 2016 de la exploración y explotación del oro y otros minerales en las minas del estado Bolívar y con quienes mantenía estrechas negociaciones y comunicaciones.
Al frente de Guayanaoro está Jean Carlos Ranauro Guzmán, un empresario de Tumeremo de 42 años, que posee una compañía en Doral, Florida, llamada Global Trade Metals Inc., creada en octubre de 2017, junto a Antwill José Salazar Zambrano, también de 42 años, dueño de negocios en Panamá. Reside en Miami.
Miles de venezolanos en las zonas más desconectadas del país visitan El Pitazo para conseguir información indispensable en su día a día. Para ellos somos la única fuente de noticias verificadas y sin parcialidades políticas.
Sostener la operación de este medio de comunicación independiente es cada vez más caro y difícil. Por eso te pedimos que nos envíes un aporte para financiar nuestra labor: no cobramos por informar, pero apostamos porque los lectores vean el valor de nuestro trabajo y hagan una contribución económica que es cada vez más necesaria.
HAZ TU APORTE
