San Carlos de Zulia.– Wilmer Ariza, alcalde del municipio Catatumbo en Zulia, negó que él o miembros su tren ejecutivo tengan nexos o hayan establecido convenios con células de la guerrilla colombiana o grupos paramilitares en Venezuela que operan en territorio fronterizo.
Ariza se vio salpicado recientemente por las declaraciones de Javier Tarazona, presidente de la ONG Fundaredes, quien aseguró a la prensa internacional que en la Alcaldía de Catatumbo, en la ciudad de Encontrados, se propiciaban reuniones donde se habría planificado el ingreso a Venezuela del exguerrillero de las Farc, Seuxis Hernández Solarte, conocido con el alias de Jesús Santrich.
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El guerrillero está desaparecido de Colombia y Fundaredes aseguró durante la primera semana de julio que Santrich, quien perteneció a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) y ocupa un cargo dentro del partido político de esa organización, habría visitado un hotel en Caracas.
Ante los señalamientos, Ariza aseguró que el ejecutivo municipal “es un gobierno de paz y no ha promoviendo acuerdos con ningunos grupos generadores de violencia”, como así denominan a los grupos al margen de la ley que delinquen en territorios del eje fronterizo con Colombia.
A juicio de Ariza, los generadores de violencia se han ido de Encontrados, una población en la que sus ciudadanos confirmaron a El Pitazo que desde inicios del pasado año 2018 han visto hombres del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en las calles portando armas de largo alcance con el uniforme con los símbolos de la organización.
En esa zona del estado Zulia propiciaron terrorismo y causaron la muerte de civiles, principalmente en la zona pesquera Pampanito y tiroteos en la populosa calle La Cruz y otras barriadas, también en Encontrados capital de Catatumbo.
Presencia de grupos violentos
“Venimos de un territorio tomado por estos grupos generadores de violencia (término utilizado por el gobierno de Nicolás Maduro para señalar a paramilitares y guerrilleros) que usaban esta situación fronteriza para promover el delito para trasladar la guerra que se daba en territorio colombiano; ningún interés politiquero nos frenará para seguir apostándole a la paz y no a la guerra”.
Su declaración la ofreció desde el sector Rincón y Boscán, donde inauguró el centro de coordinación policial de la Policía de Catatumbo.
Según Alexander Chávez, coordinador de seguridad de la jurisdicción en la sede, operarán brigadas motorizadas, las áreas de administración, una sala situacional con equipos computacionales y otros equipos con los cuales se desplegarán en las zonas rojas o de peligro, como el caso del barrio donde se instalaron los policías, un sector conocido por los cuerpos de seguridad por el elevado índice de microtráfico de sustancias estupefacientes y sicotrópicas.
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Los policías también fueron amenazados el pasado año por miembros de la guerrilla cuando arreció la disputa que estos mantenían con los paramilitares en Venezuela, según fuentes de El Pitazo.
Las bandas al margen de la ley, tanto en Venezuela como Colombia, se disputan desde hace dos años el control de las rutas del contrabando de gasolina, el paso de drogas, alimentos, material estratégico y hasta palma aceitera africana procedente de municipios vecinos como Jesús María Semprúm y Colón.
También ha habido ganaderos que han sido desalojados de sus unidades de producción para huir del enfrentamiento y dejar así libre el paso de materias para el contrabando hacia Colombia, según lo aseguran productores que prefieren no dar sus nombres por temor a ser asesinados.
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