Portuguesa.- Desde hace tres años se está perdiendo la oportunidad de procesar más de 200 muestras de sangre a pacientes hospitalizados del Hospital Universitario Miguel Oraá (Humo) de Guanare.
Esta oportunidad perdida es consecuencia de que desde 2016 está cerrado y desmantelado el laboratorio clínico de esa institución. Sus trabajadores, unos 30 entre bioanalistas, asistentes y cristaleros, que cumplían turnos diurnos y nocturnos, quedaron a la deriva y sin oficio, sin que el Ministerio de Salud haya respondido a sus exigencias de rehabilitación y puesta en valor de los siete servicios que allí funcionaban para beneficio de los enfermos.
En un recorrido hecho por El Pitazo por las instalaciones de dicho laboratorio se comprobó el estado de abandono y la crisis que padecen los departamentos de hematología, química sanguínea, serología, uroanálisis, coproanálisis, bacteriología y laboratorio de emergencia.
Yoli Bastidas, analista de laboratorio, comentó que el deterioro de equipos y falta de insumos y reactivos fue progresivo. «Hace cinco años comenzó un colapso que se coronó en 2016 con la mirada complaciente de las autoridades del Humo y de Min Salud», señaló.
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El Ministerio de Salud no renovó el contrato de adquisición de reactivos y materiales a la empresa que colocó en comodato las máquinas, y por ello esta se llevó los equipos, reveló una bioanalista asignada a lo que fue el servicio.
Los pacientes del Humo tienen que acudir a laboratorios privados a realizarse los exámenes de laboratorio. Estos, según el paciente Juan Andrés Peraza, se cotizan a precios exorbitantes y en dólares. «No es justo que tengamos que pasar por esto», lamentó.
El Banco de Sangre del Humo, que se apoyaba en este laboratorio clínico, está a la deriva. La prueba Machado Guerreiro, para diagnóstico de mal de Chagas, que se le aplica a las muestras de donantes, debe ser cancelada por el paciente, reveló Bastidas.» Aquí se llevaron hasta los aires acondicionados», dijo.
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