Caracas.- A pocos días de culminar la Semana de Vacunación de las Américas, epidemias como la difteria y el sarampión continúan activas en más de 10 estados del país, sin que el Gobierno haya reforzado el Plan Nacional de Inmunización lo que, según la Sociedad Venezolana de Salud Pública, ha incidido en la propagación en regiones que no habían reportado contagios.
El programa, diseñado por la Organización Panamericana de la Salud y que debió realizarse la última semana de abril, es sola una de las estrategias de control de enfermedades prevenibles con vacunas de las que disponen los Estados integrantes de la Organización Mundial de la Salud.
«La eliminación del sarampión que había sido uno de los logros bandera de sufrió un retroceso en 2017, igual es el caso de la difteria cuya reaparición marca un retroceso de más de dos décadas en materia de prevención en Venezuela. La propagación de ambas enfermedades, que de brote pasaron a epidemia confirma el fracaso del Plan Nacional de Vacunación», indicó
el exministro de Sanidad José Félix Oletta.
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El contexto de la emergencia humanitaria compleja le da otro agravante a la crisis. Dadas las deficiencias del sistema de salud venezolano se debió reforzar con la activación de los programas de vigilancia epidemiológica, la notificación temprana y los sistemas de respuesta rápida.
Esta afirmación se desprende del informe “Fracaso del Plan Nacional Ampliado de Inmunizaciones en Venezuela”, elaborado por la Sociedad Venezolana de Salud Pública y la Red Defendamos la Epidemiología Nacional, a propósito de la reaparición de enfermedades que habían sido controladas o eliminadas en la década pasada.
Como es el caso del sarampión, evidenciado en el restablecimiento de la transmisión endémica de la infección en territorio venezolano, como sostuvo la OMS en su Informe de Evaluación de 2018 y la difteria, que pasó de no registrar ningún contagio entre 2007 y 2016 a más de 1.600 casos sospechosos entre 2017 y mediados de 2018 “tras estar libre de difteria durante 24 años”.
Urgencia
La escasez de dosis para su aplicación oportuna, las dificultades en el acceso a las vacunas, el éxodo de personal de salud y la suspensión de la alerta epidemiológica, cuyos resultados no se publican desde el año 2010 aun cuando su divulgación fue estipulada en la Ley de Inmuniación sancionada en 1996, son parte de las causas que, a juicio de José Félix Oletta, quien junto a Alejandro Rísquez Parra elaboró el citado informe.
“La Semana de Vacunación de las Américas no está hecha para prevenir por sí misma la reincidencia de enfermedades, en medio de la emergencia humanitaria compleja como la que atraviesa Venezuela. Se ha debido aprovechar este apalancamiento para solicitar mayor cooperación y garantizar una atención adecuada”, analizó Oletta.
Para el exministro de Sanidad, se debe reforzar con urgencia el programa nacional de inmunización para enfrentar no solo las epidemias que en este momento a afectan a poblaciones en 12 estados, sino para prevenir la reaparición de otros padecimientos infectocontagiosos que, a pesar de estar incluidos en el esquema nacional de vacunación desde hace más de 40 años, en la última década no se ha garantizado la cobertura total de dosis, debido a las denunciadas deficiencias del sistema de salud.
“En este momento persiste el riesgo potencial de reaparición de la poliomielitis y otras enfermedades infectocontagiosas, por eso alertamos que la acción para detener la propagación de enfermedades prevenibles por vacuna dentro de Venezuela, es una cuestión urgente para el país y la región. Se debe activar un plan que incluya el control en ambos lados de la frontera”, instó.
Inconsistencia oficial
De acuerdo con el ministro de Salud, Carlos Alvarado, hasta el pasado 20 de junio la Jornada de Vacunación de las Américas había visitado más de 6 millones de viviendas en todo el país, desde su inicio el pasado 13 de mayo, además de los 7.124 puestos de inmunización dispuestos a escala local. En ninguna de las dos modalidades se precisó el número de dosis aplicadas.
No obstante, desde antes del arranque se fijó la meta de 2.039.000 vacunas, a través de la red hospitalaria, centros de Diagnóstico Integral, ambulatorios y las llamadas bases de Misiones, en donde se aplicaría inmunización contra 11 enfermedades del esquema nacional de vacunación como el tétano, hepatitis B, tuberculosis, difteria, tosferina, influenza, poliomielitis, sarampión, rubeola, parotiditis y fiebre amarilla.
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