Caracas.- Ante el aumento sostenido de casos positivos por COVID-19 que se ha venido registrando en Venezuela en las últimas semanas, el coordinador general de la ONG Monitor Salud, Mauro Zambrano, expresó su preocupación por la poca capacidad que tienen los hospitales para recibir a las personas contagiadas por el virus.
El dirigente de la ONG señaló que las entidades más afectadas por el incremento de contagios son las ubicadas en la región central del país, Caracas, Miranda y Vargas, en donde la capacidad de hospitalización de pacientes infectados con coronavirus en algunos casos no llega siquiera al 10 % de la ocupación del total de camas existentes.
«Un hospital como el Clínico Universitario tiene 1.200 camas y solo hospitaliza 55 pacientes con COVID; lo mismo sucede en los Magallanes de Catia, que tiene más de 500 camas y solo atiende en hospitalización a 30 pacientes contagiados; el hospital de niños JM de los Ríos, tiene unas 400 camas, pero su capacidad es de 20 o 30 pacientes, y así otros tantos recintos hospitalarios en todo el país que no tienen una mayor capacidad de atención para este tipo de emergencias, no porque no tengan el número de camas y áreas disponibles, sino porque no están habilitadas y muchas veces están totalmente deterioradas», aseveró Zambrano.
El activista del sector salud explicó que los llamados hospitales centinelas carecen de una mayor capacidad de ingreso de pacientes porque –en muchos casos– no cuentan con la adecuación necesaria para atender la emergencia generada por la pandemia.
El equipo de Monitor Salud está recolectando los datos sobre la capacidad hospitalaria para ofrecer un informe actualizado. Hasta el momento, de acuerdo a la información que han recibido, la capacidad hospitalaria a nivel nacional estaría por encima del 50 %. Zambrano no pudo ofrecer más detalles, pues están trabajando en el informe.
En su opinión, este panorama se agrava aún más porque los trabajadores de los hospitales no cuentan con protección ni insumos de bioseguridad, aunado al déficit de personal médico y de enfermería que atienda a los pacientes, «una situación que hemos venido denunciando en reiteradas oportunidades», dijo.
Zambrano hizo referencia a la incapacidad que tienen los hospitales para garantizarle a los pacientes con COVID-19 el tratamiento completo. «En la mayoría de los casos, los familiares de los pacientes tienen que comprar todos los medicamentos y eso conlleva gastos que van de 100 a 200 dólares, que muchas personas no tienen y se sientan a llorar desesperados y solo les queda acudir a fundaciones en busca de una ayuda», manifestó.
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