La pandemia de COVID-19 mantiene al público literalmente cautivo en sus respectivos hogares por las medidas de cuarentena impuestas en distintos países del mundo en un intento por frenar el contagio. A casi un mes de encierro, las secuelas psicológicas y emocionales son palpables en la población.
Hacerse constantemente preguntas sobre la longitud de la cuarentena —cómo saldrá parada la economía nacional— y sobresaturarse de información en redes sociales son prácticas que, si bien son normales, pueden llevarnos a un estado de ansiedad y de estrés que podrían derivar en depresión.
Para todo problema hay una solución, o quizás varias. Una de ellas, bien acompañada de una correcta terapia psicológica, podría ser el Mindfulness.
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Mente sana, cuerpo sano
La psicóloga Josefina Blanco explica este término, robado del inglés, como un estadio de “conciencia” o “atención plena”. En pocas palabras, el mindfulness consiste en enfocarse de manera plena en el momento presente y sin distracciones.
¿Qué implica el enfoque sin distracciones? En dejar de lado las preocupaciones que tengan que ver con eventos pasados o futuros, sobre los cuales no tenemos ningún poder. “Al estar enfocado en el presente puedes estar consciente de lo que piensas, de lo que sientes física y emocionalmente. Cuando no estamos enfocados en el presente, solemos ser reactivos ante los estímulos y responder de maneras dañinas, como el estrés”, explica Blanco.
Entonces, la práctica del mindfulness permite centrarse solo en el presente, lo que genera una sensación de bienestar y una reducción significativa de los niveles de estrés y miedo. Para probarlo, Blanco explica el informe realizado al final de su programa Mindful en casa, donde los participantes explicaron que la práctica (que duró tres días) les permitió combatir sensaciones de miedo y de ansiedad. También lograron centrarse en detalles de la vida cotidiana que solemos pasar desapercibidos y disfrutar realmente del tiempo presente y en casa.
En su perfil de Instagram, Josefina Blanco publica eventos y actividades relacionadas con prácticas de mindfulness. En su blog también posee información valiosa para los lectores curiosos.
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Alimentar el “yo” interior y divino
Además del mindfulness, son varios los influencers y celebridades que han comenzado a compartir en línea sus rutinas de yoga, práctica milenaria originada en India y que traduce “unión” en idioma sánscrito.
Jonathan Macías, encargado de la academia Casa Vrinda, en la esquina de Jesuitas en Caracas, explica esta práctica como una transformación que penetra en los patrones de creencias o generacionales y se adentra en la “divinidad” presente en cada alma. “El yoga permite aceptarte como eres y entender tu deber en la vida”, explica.
Casa Vrinda ofrece varias maneras para que los practicantes de yoga puedan conectarse con la raíz de su ser: Hatha yoga (yoga físico), Dhyana yoga (meditación), Anna yoga (alimentación consciente), Karma yoga (acción) y Jñana yoga (conocimiento). Cada variedad desemboca en un objetivo: el conocimiento de uno mismo y la aceptación de las luces y de las sombras.
Entre los beneficios físicos del yoga se citan el aumento de la flexibilidad, el fortalecimiento de músculos y huesos, mejora sustancial de la respiración, refuerzo del sistema inmunológico y nervioso, además de contribuir con la salud cardiovascular. Macías agrega que más allá de los resultados evidentes, el yoga significa un movimiento de energía interna que se activa con las diferentes posturas. ¿El resultado? Una persona más consciente, presente, amorosa, comunicativa y equilibrada.
Cada vez que se realiza una transmisión en vivo desde el Instagram de Casa Vrinda se conectan, en promedio, entre 200 y 300 personas que han generado interacción y que, según el mismo Macías, piden más material relacionado, además de solicitar que las clases sean transmitidas por diversas plataformas. Hasta el momento, la escuela cuenta con cuentas en YouTube y Facebook donde publican el contenido y abarcan un número mayor de personas.
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Un asana al Ávila
Quienes lo conocen únicamente por darnos himnos como Solo faltas tú, Es verdad o el mismísimo Canto al Ávila tienen tarea por hacer. Ilan Chester tiene casi 50 años estudiando la cultura ancestral del yoga, y es más que generoso ante la idea de compartir sus conocimientos con el público, que debe estar dispuesto a escucharlo, esta vez, sin cantar.
En una entrevista concedida a El Pitazo, Chester afirmó que la cultura del yoga permite adentrarse en valores de carácter universal que, a su juicio, responden todas las preguntas existenciales de manera inteligente y adulta. “La antigua cultura espiritual de India ofrece una perspectiva muy profunda de la vida. La vida profunda y la sabiduría son las puertas que conducen a la dicha interna”, explicó en su momento.
En estos momentos de resguardo, Chester lanzó la serie Desde mi terraza; videos donde el cantante se adentra en los estudios que ha realizado sobre esta disciplina, así como la historia de su encuentro con ella. Los capítulos se emiten cada domingo a partir de las 5:00 pm y pueden reproducirse en la página web del cantante.
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