Caracas.- Solo el tapabocas es necesario para ingresar a las estaciones del sistema Metro de Caracas. El servicio de transporte subterráneo reinició operaciones de forma regular este lunes, 30 de noviembre. Luego de casi ocho meses de controles estrictos en la mayoría de las estaciones, volvieron las aglomeraciones y la falta de desinfección de las áreas.
Con la vuelta de una mayor cantidad de pasajeros, la compañía dejó de lado las estrictas normas con las que enfrentó los primeros meses de la pandemia del nuevo coronavirus. Al menos esa fue la opinión común entre usuarios a los que se les permitió acceder al subterráneo por primera vez desde el pasado 15 de marzo. Desde entonces, muy pocas cosas han cambiado en el servicio. Los retrasos y falta de aire acondicionado no se remediaron en la cuarentena.
“Veo que todo sigue igual. No lo usaba desde marzo porque no tengo salvoconducto. Todo ese tiempo cerrado se debió usar para mejorar lo que ya venía mal. Lo bueno es que lo abrieron en esta época, porque ya el pasaje está en 100 mil bolívares en las camionetas. Este, con todo y sus problemas, es un servicio económico. Mejor dicho, gratis”, señaló a El Pitazo Luisa Morales, residente de El Valle y usaría de la Línea 3.
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En un recorrido realizado por un equipo de El Pitazo se constató que ya no se cumple la limpieza del interior de los vagones, que era habitual en las estaciones terminales, a propósito de la pandemia. Este procedimiento, que se realizaba en la estación Rinconada de la Línea 3; Propatria y Palo Verde de la Línea 1, tenía el objetivo de disminuir el riesgo de contagio de la enfermedad viral.
Vieja anormalidad
Trabajadores del sistema aseguraron que la desinfección apenas se efectúa al inicio y final de las operaciones. El déficit de personal y la lenta reposición de suministros de limpieza incidió en la eliminación progresiva de esta disposición que hasta julio era un requisito para la puesta en marcha de trenes. Las labores de limpieza volvieron a la frecuencia del periodo previo a la pandemia.
La falta de aseo es evidente en las estaciones Los Cortijos, Altamira, Parque Carabobo, Caño Amarillo y Pérez Bonalde, cinco de las diez paradas que permanecieron cerradas, sin justificación oficial por 153 días y que este lunes también reabrieron sus puertas. Los vendedores informales también regresaron, aunque con nuevas tarifas. Mismo pregón, pero precios dolarizados. Otro indicio de la falta de supervisión, reprocharon algunos viajeros.
“La pandemia se acabó. Antes había policía por todos lados. Aquí solo recuerdan las normas por los parlantes. Los buhoneros andan hasta sin tapabocas. Si alguno se contagió aquí o ya trae el virus, eso se queda en el aire. Estamos en manos de Dios. Toca salir por necesidad. Ojalá que no vayan a aumentar los casos en este mes, porque ahí si es verdad que el tren se descarrilla”, ironizó Josué Chacón, pasajero de la Línea 1.
Como no se ha habilitado la modalidad de cobro del pasaje, los accesos están completamente libres. Los funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana y de la Guardia Nacional, que reforzaban los controles en entradas y salidas desaparecieron. Solo en estaciones de gran afluencia de usuarios permanecen algunos empleados del metro, quienes chequean el cumplimiento del correcto uso del tapabocas. De esta forma se terminó de derogar la orden que entre abril y agosto obligaba a los pasajeros a portar guantes en todas las áreas.
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