Esta semana se registró una tendencia polémica en Twitter a propósito del presunto uso de enjuague bucal en la higiene genital femenina comentado anecdóticamente por un internauta.
La opinión de especialistas en la materia (ginecólogos) no tardó también en inundar las redes sociales rechazando este tipo de prácticas y cuestionando la irresponsabilidad de algunos usuarios al dar consejos en áreas en las que no están formados.
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El Pitazo, consultó al médico, Humberto Bastardo, egresado de la Escuela de Medicina de la Universidad de Oriente (UDO) y con especialización en Obstetricia y Ginecología en la Maternidad «Concepción Palacios». El especialista explicó cuáles son los riesgo que corre una mujer si utiliza Listerine como ducha vaginal y además aclara cuál es la forma correcta de asear la zona íntima femenina.
¿Por qué no se debe usar enjuague bucal ni alguna ducha vaginal?
Bastardo comenta, asombrado, que jamás, en ningún punto de su trayectoria profesional, escuchó la descabellada historia de usar Listerine para la limpieza de la zona íntima femenina. Explicó que esto puedo resultar altamente perjudicial para la mujer. Recordó que si ya los componentes del Listerine son bastante fuertes para la mucosa bucal, entonces deberían imaginar el daño que esto puede traer a una zona tan delicada como la vagina.
El ginecólogo recordó que la vagina tiene su propio mecanismo natural de limpieza a través de los flujos que segrega. Usar, tanto Listerine como cualquier ducha vaginal, lo que hará será alterar la flora y el PH, dejar la vagina desprotegida y dar paso a enfermedades.
¿Cuál es la manera correcta de asear el área genital femenina?
Bastardo explica que la vagina tiene, fisiológicamente, sus métodos de autolimpieza. No es necesario utilizar duchas vaginales como método para prevenir infecciones, al contrario, esto lejos de proteger a la vagina lo que hace es alterar la flora y el PH natural y crea un escenario propicio para que proliferen las bacterias.
Lo correcto es que la mujer limpie sus partes íntimas por la parte externa con un jabón simple y no usar duchas vaginales para la parte interna. Es un grave error incluir las duchas vaginales en la rutina de limpieza diaria, esto solo altera la flora y desencadena patologías.
¡Nunca automedicarse!
En caso de sospechar la existencia de alguna infección vaginal, bien sea porque la mujer percibe un cambio en el flujo o presenta algún síntoma como dolor, ardor o picazón en la zona íntima lo correcto, aconseja Bastardo, es consultar de inmediato a su ginecólogo de cabecera. Este recomendará un tratamiento específico para el tipo de patología que presente.
¿Cuál es el olor natural de la vagina y qué factores lo alteran?
Bastardo es severo al derrumbar el mito de que la vagina debe oler a flores o a perfumes: «Eso no es así, nada más alejado de la realidad». Además explicó que este olor puede variar a lo largo del mes, dependiendo del ciclo menstrual. También señala que en cada mujer es distinto. El olor es ligero, no es desagradable.
¿Cuándo el olor debe despertar sospecha?
«Cada mujer conoce su olor corporal y vaginal», explica Bastardo. Si en algún momento este olor se torna desagradable y además está acompañado de un cambio en el color habitual y la cantidad de flujo se puede estar en presencia de una infección que debe ser tratada por un médico y en ningún caso automedicarse. En algunas patologías se presenta, además del mal olor, picazón, ardor y dolor.
¿Qué enfermedades ocasionan el uso de duchas vaginales o sustancias alternativas?
Alguna de las enfermedades que derivan del uso de las duchas vaginales y de sustancias alternativas que no tienen el aval médico son:
Vaginosis bacteriana: Esta se produce tras el crecimiento excesivo de las bacterias en la vagina. Las mujeres que usan duchas vaginales tienen más riesgo de padecerlas.
Enfermedades inflamatorias pélvicas: Se manifiesta con exceso de flujo, mal olor en la zona íntima y sangrado durante las relaciones sexuales.
Corres mayor riesgo de contraer ETS: Con las duchas vaginales eliminas las defensas naturales de la vagina y por lo tanto tienes más riesgo de contraer Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS).
Recuerda entonces:
No necesitas utilizar duchas vaginales, sustancias alternativas y mucho menos enjuague bucal para asear tu vagina; ella tiene sus propios mecanismos naturales de autolimpieza.