Caracas.- La nueva epidemia de difteria en Venezuela cumplió este 2020 cuatro años activa. Hasta el pasado 22 de abril, el gobierno de Nicolás Maduro reportó 54 casos de la enfermedad infecciosa. De acuerdo con los datos suministrados a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el país presenta una disminución de 75 % respecto del total de casos registrado en 2019. Esto, sin embargo, no significa que se haya controlado la propagación, 58 meses después.
“En Venezuela, el brote de difteria se inició en julio de 2016 y hasta la SE 34 de 2020 se notificaron 3.114 casos sospechosos (324 casos en 2016; 1.040 en 2017; 1.208 en 2018; 488 en 2019 y 54 en 2020), de los cuales fueron confirmados un total de 1.790 (582 por laboratorio y 1.208 por criterio clínico o nexo epidemiológico), incluidas 294 defunciones”, preció la OPS en su más reciente actualización epidemiológica.
La tasa de letalidad por causa de la difteria en el país asciende a 3,7 %. En el transcurso de estos nueve meses se han identificado 2 decesos atribuibles a la enfermedad. El rango de edad más afectado es el de los 5 a los 9 años, que en 2019 representó 33 % del total de fallecidos. La significativa disminución es parte de una tendencia evidenciada desde el año 2019, cuando la propia OPS y otras agencias de la Organización de Naciones Unidas (ONU) reforzaron los planes de vacunación en niños, niñas y mujeres embarazadas.
Reemergente
Los fallecimientos pasaron de 17 en 2016, cuando se volvió a detectar la enfermedad, luego de permanecer bajo control desde hacía 24 años. El pico más alto de muertes, hasta la fecha, se registró en 2018, cuando el Ministerio de Salud confirmó a la OPS 151 fallecidos. Ese fue el segundo año con mayor incidencia de casos, en más de 28 años.
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“Los casos confirmados se distribuyeron de la siguiente manera: 58 casos, incluidas 17 defunciones, tuvieron inicio de síntomas en 2016; 786 casos, incluidas 103 defunciones en 2017; 775 casos, incluidas 151 defunciones en 2018; 166 casos, incluidas 21 defunciones en 2019; y 5 casos, incluidas 2 defunciones en 2020. Desde el inicio del brote, se observó una tendencia al aumento sostenido de casos hasta el 2018, para luego descender en 2019 y se espera que en 2020 el número de casos continúe descendiendo”, reseñó el informe.
Diagnóstico precario
Otro aspecto que destaca en la estadística de la OPS es el bajo nivel de diagnóstico por laboratorio de la difteria en Venezuela. Solo 5 de los 54 casos admitidos se comprobaron mediante exámenes certificados. El resto dependió del criterio clínico de los médicos que atendieron a los pacientes, o se determinó por nexo epidemiológico.
“En 2020, se notificaron 54 casos sospechosos, de los cuales 5 fueron confirmados (3 por laboratorio y 2 por criterio clínico o nexo epidemiológico), de los siguientes grupos etarios 2 a 9 años y 10 a 14 años. La fecha de inicio de síntomas del último caso confirmado fue el 25 de enero de 2020 en el municipio Bruzual, estado Yaracuy”, detalló el organismo.
La difteria es una enfermedad bacteriana altamente contagiosa. Sin embargo, es prevenible con vacuna. Estas dosis están incluidas en el esquema original del plan de vacunación nacional. Es decir, desde el año 1939, forma parte del programa de prevención de enfermedades en el país. Al cumplir los primeros 12 meses de vida todo a todo niño se le debe dar, al menos, tres dosis de antidifteria. Actualmente, se desarrollan jornadas de inmunización, aunque el Gobierno no ha precisado los centros de vacunación.
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