Maracaibo. Oswuard González tenía dos años y murió de dengue. La exposición constante a las aguas negras que pasan frente al rancho donde vivía hizo que el foco de zancudos se alborotara. “La causa de su muerte es la aguazón putrefacta que hay en el barrio; las cloacas se desbordan y el olor ya no se aguanta”, contó Zeilani Barreto, una habitante del lugar.
El niño residía en el sector La Bendición de Dios, de la parroquia San Isidro. Este martes 7 de febrero decidieron protestar y cerrar el paso. Esta es la segunda acción que hacen en un mes. El reclamo hizo que el secretario de Infraestructura de la Gobernación del Zulia, Jairo Ramírez; el presidente de Hidrolago, Danny Pérez y la secretaria de Enlace Comunitario en Maracaibo Oeste, Jenny Cedeño, los convocaran a una reunión para “buscar alternativas y solventar el problema”.
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Los habitantes se negaron en un principio. La vocera Barreto reclamó: “No quiero escuchar más mentiras. Llevan años mintiéndonos”.
Pero el caso del niño los alteró. “El bebé murió de dengue; la madre dijo que ella lo llevó al médico y le diagnosticaron dengue. Le estaba dando lo que le daban en el CDI, porque uno no tiene para comprar medicinas”.
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Los vecinos decidieron acudir a la reunión. A los representantes del gobierno les dijeron que hay más niños enfermos de la piel y que algunos tienen problemas pulmonares. La joven Zeilani Barreto confesó que tiene miedo de que su hijo también muera. “Mi niño tienen un año y tiene escabiosis por esa agua sucia. No quiero que a mi niño le pase lo mismo. Les pido a las autoridades que arreglen esas aguas, porque ese olor ya es muy fuerte, no se aguanta. No queremos más mentiras”.
El paro de las semanas pasadas lo hicieron los transportistas de la línea San Isidro-Villa Baralt. El presidente de este grupo de transportistas, Alberto Vence, comentó: “Tenemos años viendo cómo se mueren los niños por diarreas, dengue, pulmonía, por el problema de las cloacas”. Temen que se desaten epidemias. “La hediondez no se aguanta”
Respuesta oficial
El representante de la Gobernación del Zulia, Jairo Ramírez, anunció que la alternativa para solucionar el problema es que se desvíen las aguas negras a través de una tubería hacia una laguna de oxidación que estarán en unos terrenos “en desuso” del cementerio de la zona.
El presidente de Hidrolago hará la “intervención en la zona”, para aliviar el problema. Ramírez precisó: “Nosotros hemos asfaltado dos veces ahí y se ha perdido el asfalto y cada intervención sobrepasa los 100 millones de bolívares; sin embargo ya están incluidos en el plan de asfaltado de este año San Isidro y La Montanita”.
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