Caracas.- Los migrantes que transitan por América Latina con el objetivo de cruzar la frontera entre México y Estados Unidos presentan una alta prevalencia de infecciones por transmisión sexual (ITS): sífilis y herpes genital. Estas son las conclusiones de un estudio realizado por científicos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y publicado en la Revista Panamericana de la Salud en abril.
En la realización de este estudio se tomó de muestra un grupo de 462 migrantes entre 2021 y 2022, distribuidos en tres albergues distintos en el estado fronterizo de Chiapas, México. Los participantes contestaron un cuestionario y dieron consentimiento para tomar muestras de sangre que sirvieran para detectar los anticuerpos que evidencian la presencia de sífilis y herpes.
Los resultados arrojaron una prevalencia del herpes genital en 29,9 % de los analizados, y 4,5 % de sífilis. Esta infección está más presente en hombres que en mujeres.
El proceso migratorio es un determinante clave de la dinámica de transmisión de las ITS. “Las poblaciones migrantes son grupos de elevada vulnerabilidad social, con una especial susceptibilidad a contraerlas, debido a que durante el proceso de migración estas poblaciones se enfrentan a situaciones de desprotección frente a potenciales daños a la salud, al respeto de sus derechos humanos o al escaso acceso a los servicios básicos”, explica el informe.
Se cita, como desencadenantes de esta situación, la carencia de recursos económicos y legales para resolver estos conflictos, además de desigualdad y rechazo social por su condición de migrantes. Los autores del estudio también alertan sobre el bajo grado de escolaridad de los migrantes, aunado a poca información vinculada a la prevención y contagio de las infecciones de transmisión sexual (ITS).
Una de las autoras de este trabajo e investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública de México, Antonia Herrera Ortiz, explicó al portal Scidev que “los migrantes muchas veces no se acercan a los centros de salud por temor a ser detenidos, por lo que las infecciones no son detectadas, mucho menos tratadas. Por lo tanto, pueden continuar siendo transmitidas o provocar una enfermedad”.
El texto también habla del intercambio sexual como medio de supervivencia. “Es una práctica a la que actualmente recurren tanto hombres como mujeres migrantes, con la creencia de que tener relaciones sexuales facilita su tránsito durante su trayecto hacia la frontera”.
Además, parte de esta población considera “mal visto” el uso de condón y cree que tener un número alto de parejas sexuales es lo esperado para los migrantes masculinos.