La Guaira.- El oficialismo en el estado Vargas realizó una marcha desde el Polideportivo Vargas en la parroquia Carlos Soublette hasta la Casa Guipuzcoana de La Guaira en apoyo a Nicolás Maduro. La marcha fue organizada tras la actividad desarrollada por la oposición el pasado 23 de enero, donde cientos de varguenses tomaron la principal arteria vial del litoral central.
La marcha estuvo encabezada por el gobernador Jorge García Carneiro, el alcalde José Alejandro Terán y los constituyentes Gladys Requena, Juan Iriarte y Darío Vivas.
“Esta marcha es un punto de honor para el chavismo. Vargas es un territorio oficialista y con esta marcha estamos demostrándolo”, aseguró Vivas. Lo dicho por el vocero del partido oficialista fue confirmado por otras fuentes, que coincidieron que la marcha opositora descolocó a los líderes del Psuv.
“El gobernador (García) Carneiro declaró. «El que no venga para la marcha, que se atenga a las consecuencias. Es en estos momentos cuando uno sabe con quién cuenta, quien está con la revolución o es un traidor a la patria. La invitación a la marcha no es que sea obligado, pero el que no venga no es leal y no puede esperar entonces que el gobierno lo sea. A los voceros de los Clap y de las UBCh se les advirtió. Así como a los empleados”, aseguró una fuente del partido oficialista en Vargas, que no quiso ser identificado.
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En la marcha se dieron cita estudiantes de la Universidad Experimental de Seguridad (Unes), milicianos y se exigió la participación de por lo menos 50 empleados por organismo público: gobernación, alcaldía, aeropuerto, Seniat, Bolipuertos, así como estudiantes de la Unefa y la Universidad Marítima del Caribe, cuyas actividades fueron suspendidas para que el estudiantado asistiera a la marcha. Otras clases que fueron suspendidas fueron la de las escuelas y liceos públicos, pues la Zona Educativa de Vargas instó al personal a asistir a la manifestación en apoyo a Maduro a través de cadenas de WhatsApp, donde se exponía la obligatoriedad de la asistencia.
A pesar de todo ese apoyo, incluyendo unidades de transporte del Estado, la marcha no logró el efecto multitudinario que esperaban sus organizadores, recibiendo incluso, insultos, cacerolazos y pedradas a su paso.
“Esto no le llega por los pies a lo del miércoles. Estos ni obligando a la gente llenan otra vez la Soublette”, comentó el guaireño Marcos Laya, quien observó la el paso de la marcha desde la Plaza El Cónsul.
Dentro de los marchistas voces contrarias podían ser apreciadas. “Vine porque no quiero problemas con mis jefes, pero yo no estoy con esta gente”, dijo un chico con el uniforme del Seniat, que no dio su nombre. “Esto es un golpe de Estado. Los salvajes y terroristas de Leopoldo López nos amenazan y nosotros debemos defender a Maduro”, aseguró Aida Rojas, una miliciana de 74 años que llegó de primera a la Casa Guipuzcoana.
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