Nicolás Maduro se dirigió a la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe (Cbpc) luego de haber decidido mover la sede de la Serie del Caribe, de Venezuela a Panamá, por lo que los catalogó de «sucios» e «inmorales».
Desde una reunión llevada a cabo en el Palacio de Miraflores, con un grupo de diplomáticos que volvieron de Estados Unidos luego de romper relaciones con ese Gobierno, Maduro aseguró que «Estado Unidos y la oposición le robaron a Venezuela la Serie del Caribe«.
Criticó que el 23 de enero, en medio de protestas se hubiese planteado la posibilidad de suspender el segundo juego de la final que estaban debatiéndose los Leones del Caracas y Cardenales de Lara, a esto le llamó un «saboteo» por parte de EEUU y de la oposición.
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Sin embargo, felicitó al ministro para el Deporte, miembro de su gabinete, Pedro Infante, por haber logrado que la serie final lograra desarrollarse hasta culminar con el campeonato de los pájaros rojos, aún de duelo por las muertes de Luis Valbuena y José «El Hacha» Castillo.
Maduro aseguró que habrá venganza y esta será la victoria de Cardenales de Lara, que representará a Venezuela en Panamá a partir del 4 de febrero.