Caracas.- En medio de la crisis por la pandemia del coronavirus en Venezuela, las condiciones de los presos políticos se han visto deterioradas. Los reclusos de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), en Boleíta, al Este de Caracas, actualmente permanecen sometidos a la escasez de agua, alimentos y medicinas, según dijeron a El Pitazo familiares de los detenidos, quienes pidieron reservar su identidad.
Aseguraron que el precario estado de reclusión se ha profundizado entre los presos, la mayoría de cuerpos castrenses, que se encuentran encerrados en la denominada «Casa de los Sueños», unas celdas de castigo ubicadas en un subsótano de la Dgcim.
Si bien una de las medidas sanitarias para enfrentar al coronavirus fue la suspensión de visitas físicas, a los presos políticos no les han permitido comunicarse con sus familiares ni siquiera por vía telefónica, agregaron las fuentes a El Pitazo.
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Asimismo, los familiares denunciaron que las autoridades del centro militar ya no les reciben las provisiones de comida y medicamentos que destinaban a sus parientes.
Señalaron que temen por la salud de los detenidos, pues dijeron tener conocimiento por fuentes internas de la Dgcim que las raciones de alimentos son cada día más escasas ante el continuo aumento de la población de presos.
«Están bajando de peso», alertaron.
Los familiares pidieron a las autoridades de la Dgcim que la situación de los detenidos sea tomada en cuenta, al menos autorizando la entrada de alimentos y agua.
Actualmente en Venezuela hay 326 presos políticos ubicados en diversos centros de reclusión en el país, de acuerdo con un informe de la ONG Foro Penal. De esta cifra, 42 personas padecen alguna enfermedad.
El pasado 25 de marzo, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los DD. HH, Michelle Bachelet, se sumó a la solicitud de familiares en favor de la liberación de los presos políticos en Venezuela, sobre todo los que tienen más edad y padecen de enfermedades. Bachelet explicó que estos ciudadanos son los más vulnerables con la llegada del nuevo coronavirus.
De momento, el gobierno de Nicolás Maduro no ha respondido a la petición de la Oficina de la Alta Comisionada.
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