Caracas.- Trece hombres conforman la lista de inscritos en el Consejo Nacional Electoral (CNE) como candidatos presidenciales, luego de que el ente comicial le negó la posibilidad de participar a la única mujer que pretendía participar en la contienda: Corina Yoris en representación de la ganadora de la Primaria opositora, María Corina Machado.
Las razones del rechazo a la inscripción de Yoris todavía no son claras, pues la académica cumplía con todos los requisitos establecidos en la legislación venezolana. Además de constituir una violación a los derechos políticos, la negativa del CNE refleja la carencia de acciones que incentiven la participación de las mujeres en contiendas como una elección presidencial, coinciden la defensora de derechos humanos Bibi Borges, la abogada Egleé González-Lobato y la analista política Carmen Beatriz Fernández.
“Incluso vemos que la discriminación política que se da a partir de la persecución y la invalidación, que además ha sido un patrón que desde la Cepaz hemos denunciado reiteradamente, tiene un efecto desproporcionado en las mujeres porque el riesgo, la violencia, la discriminación y la desigualdad que ellas viven en el entorno político les hace más difícil acceder a los cargos de poder”, dijo a El Pitazo la directora de la ONG Centro de Justicia y Paz (Cepaz), Bibi Borges.
En ese sentido, Borges considera que existen discriminaciones políticas y de género. “Esta última les impide a las mujeres ser parte del pluralismo político y de la oferta electoral, y especialmente de las candidaturas de la oposición democrática, porque esas mujeres representan realmente una amenaza para el Gobierno actual en el poder”, agregó.
“El Gobierno aplica unos patrones de persecución para anular a todos los que perciba como disidentes”, apuntó.
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Violación a los derechos políticos
Sobre los derechos políticos, la directora de la ONG Cepaz recordó que cualquier persona que cumpla con los requisitos constitucionales y legales para postularse a una elección presidencial y además tenga la postulación de un partido político debería ser inscrita sin ningún tipo de impedimento o restricción.
“Por la información que conocemos, justamente no han sido transparentes las razones por las cuales fue impedida la inscripción de Corina Yoris. Ya aquí hay un acto de restricción al ejercicio del derecho, que además obedece a situaciones de carácter político. Ese impedimento viola su derecho a la participación política, lo que se convierte en una discriminación política”, destacó.
La abogada Egleé González-Lobato, consultora internacional de participación ciudadana, elecciones, democracia y GovTech, precisó que no hubo una decisión del CNE de no admisión de la candidatura de la académica e intelectual Corina Yoris. “No hay una decisión de inadmisión o rechazo de la postulación, como tampoco hay una inhabilitación que afecte a Corina Yoris. Es la primera vez en mi vida que veo un sistema casi de selección apegado a decisiones políticas y no una postulación de conformidad con la normatividad reglamentaria o legal”, dijo.
De igual forma, Borges responsabilizó al Estado de violar el derecho a la participación política al actuar mediante sus funcionarios. “En un contexto autoritario, la opresión se parece a la opresión machista, que siempre ha reducido y no ha garantizado los derechos de las mujeres”.
De acuerdo con el análisis de Borges, en estos contextos autoritarios, las mujeres representan un objeto de mayor ensañamiento. Por eso tienen la necesidad de apartarla, anularla o eliminarla, lo que muchas veces lleva a graves violaciones de los derechos humanos, discriminación política y de género. Estas acciones le imponen un costo político a las mujeres, por lo cual a ellas se les hace mucho más difícil estar en esta contienda política”.
La analista política y CEO de DatastrategIA, Carmen Beatriz Fernández, recordó los reiterados episodios y narrativas de misoginia de los que ha sido víctima María Corina Machado y, más recientemente, Corina Yoris.
“Recordemos el famoso tuit de Lula (Da Silva, presidente de Brasil) en el que decía ‘deja el lloriqueo, María Corina, y escoge a un candidato que te sustituya’. Luego vimos también algunos intentos de voces alternativas del oficialismo que trataban de enfocarse en esas narrativas de reposicionar a María Corina como una loca, una mujer neurótica, histérica”, refirió la analista.
Para Fernández, la misoginia no solo se da desde el oficialismo, sino también en la oposición. Además, mencionó una misoginia de Estado, que, considera, es mucho más peligrosa.
En ese sentido, Carmen Beatriz Fernández señaló que en el índice del Global Gender Gap Report (Informe Global de Brecha de Género), un reporte anual del Foro Económico Mundial sobre diferencias en la brecha de género, el país ha descendido en los dos últimos años 21 puestos en el ranking global. “Venezuela está mucho peor hoy que hace 3 años respecto a brecha de género. Es uno de los países con mayor inequidad de Latinoamérica, una región, de por sí, conocida como machista. Hoy en día Venezuela ocupa el lugar 24 de 26 países analizados.
La analista política detalló que en este estudio se miden cuatro indicadores: salud, acceso a la educación, economía o fuentes de trabajo y política. “Los índices particulares en los que Venezuela está mucho peor son política y economía”, apuntó.
Fernández califica de preocupantes los recientes acontecimientos y no duda de que cerrarles todas las posibilidades de forma arbitraria y ensañada a María Corina Machado y a Corina Yoris se relaciona con su condición de mujeres.
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No hay exigencia de paridad de género
González-Lobato también recordó que no existe en Venezuela la exigencia de una cuota de género para presidenciales y tampoco tiene el partido político ninguna orden o limitación al momento de postular. En ese sentido, indicó que el CNE no podría desechar una candidatura, aunque todas las demás que estén en curso sean del mismo género.
“No hay una norma que obligue a una postulación atendiendo a la paridad, porque además cada partido compite consigo mismo. Su postulación debería ser producto de elecciones o decisiones internas del partido”, apuntó la entrevistada.
A juicio de la abogada, no debería haber democracia sin mujeres. Pero, en este caso, no hay ninguna norma que obligue a unos partidos a postular mujeres y a otros, hombres, pues sería selectivo.
“Esta situación conllevaría a una reflexión de la sociedad acerca de la importancia de fomentar mayor participación de las mujeres en la política, en la toma de decisiones y en el máximo cargo que se va a ejercer”, reflexionó.
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