Por María Virginia Velázquez
El martes 21 de julio, estudiantes de la Universidad de los Andes protestaron en Mérida contra el gobierno nacional ya que los recursos económicos solicitados por el Consejo Universitario para la apertura de los cursos intensivos no fueron asignados.
Las protestas iniciaron pacíficamente en la avenida Las Américas con Viaducto Campo Elías. Grupos de estudiantes exigieron con pancartas y parlantes la asignación de los recursos para la realización de esta actividad académica que año tras año realiza la Universidad de Los Andes.
Posteriormente, las protestas se registraron violentas en la avenida Don Tulio Febres Cordero frente a la Facultad de Medicina. Hubo enfrentamientos entre la Policía del Estado y los manifestantes. Ese sector de la ciudad se paralizó en medio de los gases lacrimógenos, las piedras y otros objetos que se lanzaban entre manifestantes y funcionarios del orden público. Adicionalmente, los agitadores lanzaron piedras a una sucursal del Banco Bicentenario ubicado en la calle 33 entre avenidas 3 y Don Tulio Febres Cordero causando daños a los vidrios de las ventanas.
El lunes 20 de julio en la tarde las adyacencias e instalaciones del Rectorado de la ULA fueron tomadas presuntamente por personas pertenecientes a movimientos de izquierda, afirmando que la OPSU no es responsable de la paralización de los cursos intensivos.
Trabajadores se vieron forzados a desalojar el lugar. Al respecto, mediante un comunicado, el Rector de la ULA, Mario Bonucci, manifestó su rechazo ante estos hechos de violencia y recordó que la solicitud se hizo al Ministerio de Educación Universitaria un mes atrás plazo vencido el pasado 17 de julio y extendido por el Consejo Universitario hasta el 20 de julio. A la fecha 22 de julio, el Rectorado ULA continúa tomado y sus actividades paralizadas.
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