Caracas.- El viernes 20 de diciembre, luego de las cinco de la tarde, un grupo de hombres vestidos de negro y con armas largas interceptaron al diputado Gilber Caro mientras caminaba cerca de la avenida Páez de El Paraíso. Una hora después, el Centro de Comunicaciones de la Asamblea Nacional informó, a través de su cuenta de Twitter, que el parlamentario fue detenido por cuerpos de seguridad del Estado.
El equipo de defensa y familiares de Caro declararon la mañana del sábado 21 de diciembre, frente a la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) de El Heliciode, para denunciar su desaparición. Ana Leonor Acosta, abogada, aseguró que, de acuerdo con testimonios de vecinos de El Paraíso, a Caro podrían sembrarle armas y explosivos.
La presunción responde al relato de varios testigos que aseguraron que cuando Caro fue interceptado iba en compañía Víctor Ugas, su asistente y solo llevaba su teléfono celular; los hombres lo llevaron hasta un bodegón de la zona y cuando salieron, sacaron varias cajas que montaron en camionetas junto a los detenidos.
Aunque el grupo de armados no estaba identificado, Adriana Pichardo, diputada y miembro de la subcomisión de Justicia y Paz del Parlamento venezolano, supone que se trató de funcionarios del Sebin, de las Fuerzas de Acciones Especiales (Faes) de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) e incluso de la Guardia Nacional.
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La primera versión de los hechos, difundida por la Asamblea Nacional y Voluntad Popular, partido en el que milita Caro, afirmaba que la detención ocurrió en La Florida, parroquia El Recreo; pero Pichardo explicó que se pudo haber confundido la sede del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Acción Democrática, con la Casa Sindical de El Paraíso, donde sucedió realmente la intercepción.
Sería la segunda vez que se relaciona a Caro con hechos violentos. En enero de 2017, Caro fue detenido en el estado Carabobo. El entonces vicepresidente, Tareck El Aissami dijo que los servicios de inteligencia incautaron explosivos y un fusil de asalto. “Se trata de una persona con características violentas”, aseguró en el momento El Aissami.
Gilber Caro sí tiene inmunidad parlamentaria
Adriana Pichardo manifestó que Gilber Caro es diputado principal desde que Rafael Guzmán, de quien era suplente, se convirtió en uno de los 15 parlamentarios cuya inmunidad fue allanada por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) durante el mes de mayo de este año, luego del movimiento cívico militar del 30 de abril, encabezado por Juan Guaidó y Leopoldo López.
La diputada insistió en que Caro sí cuenta con inmunidad parlamentaria, pero la desaparición se trata de una estrategia del gobierno de Nicolás Maduro para evitar la reelección de Juan Guaidó como presidente del Parlamento para el período que comenzará en enero de 2020. Además, contó que Caro había dicho a sus familiares y amigos que se sentía vigilado desde hace días.
No descarta que las detenciones a diputados de la oposición venezolana se repitan durante las siguientes semanas.
Por su parte, Acosta manifestó que se trató de una detención arbitraria, parte de la persecución para intentar “desmantelar a la Asamblea Nacional”. Responsabilizó a Nicolás Maduro de la seguridad de Gilber Caro y Víctor Ugas. “No sabemos dónde están, no sabemos dónde los tienen”, dijo.
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Navidad en la cárcel
Esta podría ser la segunda vez que Gilber Caro pasa la Navidad en la cárcel. Melania de Caro, madre del diputado, contó que, a tres días de la Noche Buena, solo quiere saber dónde está su hijo. “En esta Navidad yo tenía el presentimiento de que lo agarrarían, por eso yo lo único que le pedía a Dios es que lo protegiera”, dijo.
Es la segunda vez en el año que el parlamentario es detenido. La primera ocurrió en abril y fue liberado el 18 de junio, días antes de la visita al país de la alta comisionada para los Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, Michelle Bachellet.
Jeidy Caro, hermana, expresó: “Gilber no se va a rendir ante sus amenazas, ante sus atropellos. Querían que Gilber se prestara al juego macabro del gobierno, pero no lo van a lograr”. Contó que, desde hace días, funcionarios del Sebin rondaban su casa.
Melania, desde El Helicoide, insistía: “No tenemos vida, no tenemos sosiego. Me siento como cuando uno quiere hacer las cosas y no puede”.
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