Caracas.- El opositor David Smolansky, designado en 2018 como comisionado se la secretaría general de la Organización de Estados Americanos (OEA) para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos, se despidió de su cargo el 15 de junio, sin aportar mayores detalles sobre su salida de la instancia internacional.
A través de un mensaje que publicó en su cuenta oficial en Twitter, el exalcalde del municipio El Hatillo escribió que ya culminó su etapa en la OEA y agradeció al secretario general del organismo internacional, Luis Almagro, la confianza para ejercer de comisionado para abordar la migración venezolana.
«Servir a los venezolanos por vocación y convicción siempre será el honor de mi vida», añadió el dirigente político en el corto comunicado que publicó.
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Un balance de su gestión
Smoslanky hizo un balance de su paso por la OEA. Aseguró que contribuyó para que casi 4 millones de migrantes venezolanos tuvieran su documentación, un logro que obtuvo con la ayuda de Gobiernos, agencias internacionales y la sociedad civil.
Igualmente, rescató el hecho de que su oficina ayudó a que más de 15 países aceptaran el pasaporte venezolano vencido y a visibilizar la crisis migratoria venezolana a tal punto que fue elevada a los niveles de Siria y Ucrania.
«Fueron 24 visitas a 11 países de la región, 17 informes, 800 testimonios recabados como evidencia de migración forzosa causada por la dictadura y múltiples exposiciones en foros internacionales e instituciones académicas. Además, mi oficina fue pionera en organizar la primera conferencia global humanitaria sobre Venezuela», añadió el político como parte del cómputo que divulgó en la red social.
En la misma publicación de Smoslansky, el director de Asuntos Consulares de la Embajada de Venezuela en Estados Unidos, Brian Fincheltub, lo felicitó por su trabajo y le agradeció su «excelente vocación de servicio».
Por los momentos, se desconocen las razones exactas que impulsaron a Smolansky a dejar su puesto en la OEA.
Otros políticos también han cesado sus funciones luego de la disolución del gobierno interino de Venezuela, presidido por Juan Guaidó. Así ocurrió con el exembajador en la OEA, Gustavo Tarre, y el exembajador de Venezuela en EE. UU, Carlos Vecchio.