Caracas.- El deceso del militar Marino José Lugo Aguilar ha puesto en la mira las muertes de presos bajo custodia del Estado. Desde 2015, en Venezuela, 14 presos políticos han muerto en estas circunstancias, sin que los hechos sean esclarecidos del todo para sus familiares y abogados.
Ante esta recurrencia, el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) recordó, en un nuevo informe, que la custodia estatal de los privados de libertad en cualquier país del mundo debería ser símbolo de garantía de derechos humanos. Sin embargo, en Venezuela, los informes de presos muertos en extrañas circunstancias son “preocupantemente frecuentes”.
La organización señala que este fenómeno no solo viola los principios fundamentales de derechos humanos, sino que contraviene los tratados internacionales: Convención Americana sobre Derechos Humanos y Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes.
Aquí te explicamos en claves algunos datos sobre esta tendencia, teniendo en cuenta los dos últimos casos registrados, que están vinculados a la trama de corrupción Pdvsa-Cripto:
- Leoner Jesús Azuaje Urrea. Presidente de Cartón de Venezuela (Cartoven); fue hallado muerto en su lugar de reclusión el 20 de abril de 2023, cuando se encontraba bajo custodia del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). Según el testimonio de sus familiares, fue detenido por la Policía Nacional Contra la Corrupción (PNCC) el 14 de abril, seis días antes de su presunto suicidio.
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- Marino José Lugo Aguilar. Exdirector de Mercado Nacional de Pdvsa; permanecía detenido por sus presuntos vínculos con la trama de corrupción. El 17 de abril de 2024, el periodista Eligio Rojas informó que Lugo era “sometido a interrogatorios en la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim)”. Poco después, el Ministerio Público anunció su muerte y que funcionarios especializados acudieron al centro de reclusión a realizar reconocimiento del sitio del suceso.
- En ambos casos, la falta de transparencia y detalles en torno a estas muertes plantea serias dudas sobre las prácticas y políticas de las instituciones estatales encargadas de la custodia de los detenidos.
- El OVP recordó que ante cualquier indicio de riesgo de suicidio, las autoridades deben intervenir de inmediato y proporcionar apoyo especializado. Además, es crucial realizar un seguimiento continuo del preso y ajustar el plan de atención según sea necesario.
- Cuando un preso muere en extrañas circunstancias, surge la sospecha de negligencia, complicidad o incluso participación directa de agentes estatales.
- En el caso de Venezuela, son muchas las denuncias de tortura como práctica común de funcionarios de los servicios de inteligencia: Policía Nacional Contra la Corrupción (PNCC) de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).
- Estas prácticas han sido documentadas por organizaciones internacionales. Entre los modos de torturas están privación de la luz solar, ventilación natural y privación del sueño. Los presos por razones políticas también son sometidos a falta de privacidad, a temperaturas extremas y ahogamientos. Además, se les niegan alimentos e hidratación y atención médica.
- Ante esto, el OVP señala que cada muerte de un preso bajo custodia plantea preguntas: ¿cómo ocurrió exactamente el fallecimiento?, ¿fue torturado?, ¿cómo logró quitarse la vida sin que funcionarios pudieran impedirlo?
Con información del Observatorio Venezolano de Prisiones