Maturín.– Representantes de la sociedad civil y dirigentes del Frente Amplio en Maturín se unieron en una protesta pacífica para exigir respeto a los derechos humanos. La manifestación tuvo lugar en la plaza El Indio este viernes 21 de junio.
Personas de la tercera edad, jóvenes y adultos se concentraron desde las diez de la mañana con pancartas, pitos y banderas para manifestar su rechazo por el colapso de las estaciones de servicio, la ausencia de insumos en el hospital, el encarecimiento de los productos de la cesta básica alimenticia y las medicinas, así como el deterioro de los servicios públicos.
Ana Chacón fue una de las protestantes. “Ya el pueblo no aguanta más; nos quitaron el acceso a la comida, los servicios públicos y ahora es la gasolina. Estamos cansados de esta situación y por eso es que tenemos que seguir en la calle”, dijo.
Su lucha tiene un objetivo: lograr que todos los venezolanos que se han ido del país regresen cuando haya un gobierno que permita un futuro de oportunidades para todos por igual, sin distingo político. “Mis sobrinos son profesionales, se fueron del país y no están trabajando en su área sino en otra cosa”, agregó Adelaida Maita, otra manifestante.
Entre esos protestantes también estaba Idelfonso Marín, un abuelo de 70 años quien recientemente estuvo hospitalizado. Salió a exigir que se garantice el derecho a una atención digna en el Hospital Manuel Núñez Tovar, donde lo internaron por problemas con la tensión.
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“Cuando en un hospital tienes que comprar de todo y no hay suficientes especialistas para que te atiendan, se violan tus derechos. A mí me pasó y les pasa a diario a todos aquellos que están hospitalizados; es por eso que salí a protestar, muy en contra de la opinión de mis hijos”, argumentó.
Violación de derechos
Para el secretario del Frente Amplio en Monagas, Ángel Aristimuño, la violación de los derechos humanos es sistemática. Dijo que ocurre todos los días y se ve reflejada en cada cola y en cada rostro de aquellos que deben levantarse temprano para ir al trabajo o a llevar a sus hijos a la escuela.
“Toda crisis genera una deserción. Estamos viendo, por ejemplo, cómo los padres y madres no están llevando a sus hijos a la escuela porque en estas lo que les están dando de comida es arroz solo. Pero también hay casos de niños que van a clases sin el uniforme porque sus papás no tienen para comprarles uno”, refirió.
Aristimuño sostuvo que en Monagas uno de cada tres niños requiere atención humanitaria y acceso a la salud, algo que en el hospital Núñez Tovar no se le puede garantizar por el mismo déficit de insumos y personal, porque los médicos y las enfermeras se han marchado en vista de la crisis económica.
“Lo más reciente que tenemos es la ausencia de gasolina. El miércoles la gobernadora Yelitza Santaella dijo que el jueves se acabarían las colas en las estaciones de servicio y no fue así. Hoy tenemos más racionamiento y filas más largas”, denunció.
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