Maturín.- Rescate Venezuela se instaló en Monagas y prevé hacer dos actividades a la semana. La entrega de ayuda humanitaria se inició en la capital, Maturín. El equipo se desplegó en el sector La Puente, una de las comunidades más pobres en la ciudad, y allí entregó kits de higiene personal.
En total, 400 personas resultaron beneficiadas, cada una con una bolsa que contenía dos jabones para lavar ropa, dos jabones de barra, gel antibacterial, un paquete de toallas húmedas, dos cremas dentales, un cepillo de dientes, un paquete de toallas sanitarias y dos rollos de papel higiénico, artículos que juntos suman 54.000 bolívares soberanos si se compran en un comercio.
En promedio, en Maturín se necesitan tres salarios mínimos para poder comprarlos, además de visitar entre tres y seis negocios para conseguir precios más económicos y así estirar el dinero. Por ejemplo, un jabón de baño puede conseguirse a partir de 1.500 bolívares soberanos en la capital de Monagas.
La responsable de comunicaciones de Rescate Venezuela, Jackeline Castañeda, explicó que trabajan con un censo previo para conocer la cantidad de personas que necesitan la ayuda humanitaria. «Tratamos de abarcar 20 comunidades de La Puente», comentó. En la primera jornada, realizada el 13 de abril, contaron con el apoyo no solo de las comunidades organizadas, sino también de la Iglesia Católica.
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«Las jornadas de higiene están diseñadas para brindar charlas de prevención, entregar artículos de higiene personal y brindar un plato de comida a poblaciones vulnerables en Venezuela. El objetivo es poder atender a 400 personas por jornada», indicó Castañeda.
En esta primera jornada también repartieron un plato de sopa para cada beneficiario. Incluso, se realizaron charlas sobre prevención de drogas, nutrición, alimentación, higiene bucal y educación sexual, entre otros.
En un mismo día, el equipo podría desplegar un campamento humanitario con una visita humanitaria. El primero consiste en la entrega de medicinas, previa evaluación médica de la persona, mientras que la otra es la atención casa por casa de aquellos que tengan cualquier tipo de discapacidad o «enfermedad crónica que le impida movilizarse de su casa hasta el campamento», detalla.
Sobre la próxima jornada, Castañeda mencionó que aún están en la fase preparativa. La escogencia del sector pasa por un mismo criterio: que sea una comunidad donde los habitantes sean de escasos recursos económicos.
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