Hoy es un día especial y por eso hacemos algo especial. En esta columna siempre entrevistamos a venezolanos que han decidido que su plan de vida es Venezuela. Pero hoy, Día de San Valentín, les presentamos a Lotilde Boutin, «Loti», una francesa cuyo Plan Ve es Venezuela y su decisión diaria es el amor…
Partera de profesión. Francesa de nacimiento. Madre de dos varones y dos hembras. 32 años.
Lotilde Boutin llegó a Venezuela hace ocho años inspirada por quien entonces era su novio, hoy en día su esposo y padre de sus hijos. Actualmente presta apoyo en la Clínica Aquamater en Caracas y dirige el Club Almenara, donde a través de actividades divertidas incentiva valores en niñas pequeñas.
“Lo que me trajo a Venezuela fue mi esposo. Nos conocimos en Francia, pero inmediatamente él terminó el postgrado que estaba haciendo y tuvo que regresar a Venezuela. Yo me quedé terminando mi carrera y tuvimos un noviazgo a distancia. Al tiempo nos casamos y nos vinimos a vivir para acá.
Decidimos vivir en Venezuela porque para mí era descubrir algo distinto que implicaba alejarme de la comodidad de la vida en Europa. En Francia se vive cómodamente y eso hace que la gente se aleje de los valores de familia y del apoyo entre amigos. Allá son un poco individualistas. Yo quería otra experiencia y además era impensable para mí dejar solos a quienes serían mis suegros.
Mi profesión, que es el equivalente a una comadrona en España, no existe en Venezuela. Por eso, una de las condiciones para venirme fue poder ejercer de alguna manera mi profesión y mi esposo me consiguió un trabajo.
Desde los primeros años ejercí en @aquamater, donde me han recibido siempre con mucho cariño y apertura de espíritu. Desde que nacieron mis hijos se me ha hecho más complicado, pero todavía hago consultas, ayudo a los médicos y apoyo en la formación del personal de la clínica y de las dulas, pero no puedo atender partos como hacía en Francia, pues aquí no existe esta profesión y no pude revalidar el título.
Con el @club_almenara me dedico a ofrecerles clases de cocina y otras actividades a grupos de niñas para enseñarles valores y que puedan divertirse en un ambiente sano lejos del agite de la ciudad.
Desde que llegué a Venezuela, cada vez me convenzo más de que aquí es donde tengo que estar. Siento que este es el mejor lugar para mis hijos. Si educas a los niños en un lugar como Francia, ¿cómo les enseñas lo que es la dificultad, la pobreza y con ello la generosidad, cuando allá todo el mundo tiene lo que necesita? Aquí tengo la ocasión de explicarles que no siempre hay para comprar algunas cosas y que no pueden tener todo lo que quieren. ¿Qué mejor manera de educar a un niño? ¿Qué mejor forma de enseñarle valores? Aparte de todo, los colegios de aquí mantienen la formación cristiana que yo quiero para mis hijos y eso cuesta mucho conseguirlo en Francia.
Desde que llegué he tratado de tomar lo positivo de Venezuela y de aportar lo bueno de Francia. Trato de no tomar de aquí la falta de compromiso que algunos tienen y el irrespeto por las leyes. Procuro no soltar palabras sin pensarlas y no afirmar cosas sin estar segura. Decir la verdad y ser un poco más acertada en lo que digo. De allá trato de mantener mi mentalidad ecológica y de enseñarles a mis hijos a respetar la naturaleza y al país.
Mi familia vivió la guerra. Para mí, lo que estamos viviendo en Venezuela es una guerra y yo tengo las herramientas para enfrentarla. Sé que esto va a pasar y que saldremos más fuertes».
Y creo que para quedarse aquí hay que tener esa fortaleza y esa esperanza de saber que esto no va a ser para siempre.
![](http://elpitazo.net/wp-content/uploads/2019/01/FICHA-IRENE-CARRASQUERO.jpg)
![](http://elpitazo.net/wp-content/uploads/2019/01/FICHA-PITAZO-5.jpg)
Celebramos la Navidad Vamos a la playa Marchamos Marchamos más