Tendencia negativa del voto chavista

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Por: Marcos Hernández López

Haciendo un recorrido histórico en el área político electoral, sucintamente pudiéramos iniciar el tránsito por los resultados pugnados de los comicios presidenciales del 14 d abril de 2013, que es el germen del cuestionamiento del origen de la usurpación en el poder Nicolás Maduro. Si aplicamos la lógica, con todo el control del poder Estado, ganar por menos de 300.000 sufragios es para que emerjan fundadas sospechas de fraude electoral que se vinculan de inmediato con la ilegitimidad del nuevo mandatario nacional. Su victoria no fue aceptada por una parte del pueblo de forma consensual. Es decir, se es legítimo cuando existe un consenso en la población para aceptar la autoridad. Cuando un gobierno carece de legitimidad ocurre una situación social inconveniente. Coincido con los estudiosos del tema que aseguran que existen distintas situaciones: “La primera, un desánimo colectivo por parte de la población en obedecer los actos de gobierno e incluso no quieren participar en eventos electorales; y la segunda, una constante confrontación entre sectores organizados que rodean amparados en apoyos a favor o en contra de la ilegitimidad”.

Articulado a lo anterior, la usurpación en el poder termina de fraguar el 20 de mayo de 2018. La revolución bolivariana con su triunfo electoral con rostro de farsa, golpeado por la crisis económica, aseguraba 6 años en el poder central. Según CNE hubo una participación del 45%, un “respaldo” de 68% de los votos a favor de Maduro. Estas elecciones presidenciales fueron blindadas para preservar el socialismo del siglo XXI, comicios valieron para reforzar la sustancia de la crisis política en Venezuela.

Ahora bien, el pasado domingo 6 de diciembre se realizaron las elecciones parlamentarias de 2020 y, de acuerdo con el segundo boletín expuesto por el Consejo Nacional Electoral (CNE), 69,5% del padrón se abstuvo de participar en el evento electoral para elegir a los nuevos diputados y diputadas de la Asamblea Nacional del período 2021-2026. Queda revelado una alta abstención que convoca a un llamado de atención a toda la clase política venezolana sin distingo de colores e ideologías. La gente está agotada, cansada de discursos e iracunda por los problemas que causa la crisis económica. Es decir, el mensaje es claro y se debe percibir: la crisis económica articulada a la política que se desliza por un momento complejo, donde el pueblo no ve mejoras en su calidad de vida.

El ausentismo es un modo de protestar contra Maduro, y puede ser extensivo para su reflexión al G4. La comparación entre el 74% de los votantes que en 2015 eligió al Parlamento saliente y el 30,5% que participó en esta ocasión, permite decir que el 6 de diciembre ganó la crisis política, la desesperanza hacia una revolución que ilusionó, pero no concretó el sueño de los desposeídos. Además, el socialismo de siglo XXI no fue el redentor esperado. Evidentemente, el panorama del próximo año 2021 no está fácil. Se torna por ahora muy abstracto. Sin unidad no se visualiza una pronta transición política. El gobierno mantendrá una postura radical para forzar una negociación de ganar-ganar. Vienen escenarios electorales e incluso el momento para activar el referéndum presidencial.

En síntesis, la desconfianza en el ente comicial y una fractura dentro de la oposición pudieron ser otros motivos por los que la población no acudió al llamado electoral del pasado domingo. La oposición está dividida en niveles de contradicciones, y sin una propuesta de unidad que pueda por ahora encender esa luz al final del túnel. Son cuatro grupos cada uno visión diferente de lograr el cambio político en Venezuela. El domingo 6D ganó la interpelación a la clase política venezolana. La crisis política se ha configurado como un riguroso problema de ingobernabilidad y éxodo, movido por posturas antidemocráticas e incapacidad para gobernar. Maduro ha demostrado, en años de gobierno, que se maneja con una visión dictatorial que se articula impermeabilidad ante las realidades del poder, que le impide ir alcanzando esa práctica que le falta, y aprender cada día el difícil oficio del gobernante… sin embargo, se maneja muy bien del lado oscuro del poder.

Es relevante enfocar en el análisis de abril de 2013, mayo de 2018 y ahora el 6 de diciembre de 2020, Nicolás Maduro gravita en nudos críticos, con una precaria popularidad y, con un capital político en decadencia, se encuentra dentro de un laberinto con una sola salida: negociar. No obstante, Nicolás se llena de la arrogancia y mira los intereses exógenos para moverse, se radicaliza y se desliza sobre una narrativa desafiante ante una oposición dividida y hasta soberbia pierden sus timing para lograr los objetivos concretos que exige el cambio político en Venezuela. 

Tendencia histórica de la decadencia del voto chavista:
Presidenciales 1998: Chavismo: 3.673.685 // Oposición: 2.863.619.
Constituyente abril 1999: Chavismo: 3.630.666 // Oposición: 300.233.
Constituyente Diciembre 1999: Chavismo: 3.301.475 // Oposición: 1.298.105.
Presidenciales 2000: Chavismo: 3.757.773 // Oposición: 2.530.805.
Revocatorio 2004: Chavismo: 5.800.629 // Oposición: 3.989.008.
Parlamentarias 2005: Chavismo: 1.871.419 // Oposición: no participó.
Presidenciales 2006: Chavismo: 7.309.080 // Oposición: 4.292.466.
Reforma 2007: Chavismo: 4.404.626 // Oposición: 4.521.494.
Regionales 2008: Chavismo: 5.541.942 // Oposición: 4.712.621.
Enmienda 2009: Chavismo: 6.310.482 // Oposición 5.193.839.
Parlamentarias 2010: Chavismo: 5.423.324 // Oposición 5.674.343.
Elecciones presidenciales 2012: Chavismo 8.191.132 // Oposición: 6.591.304.
Elecciones regionales 2012: Chavismo 4.853.494 // Oposición 3.883.037.
Elecciones presidenciales 2013: Chavismo 7.505.338 // Oposición: 7.270.403.
Elecciones municipales 2013: Chavismo 5.216.522// Oposición 4.373.910.
Elecciones parlamentarias 2015: Chavismo: 5.625.248 // Oposición: 7.728.025.

Las elecciones 2017 Regionales y Municipales cuestionadas por la parcialidad cínica del árbitro electoral. Elecciones presidenciales de mayo 2018 consideradas fraudulentas por no ser competitivas, construida por sus entramados jurídicos políticos como traje hecho a la medida para mantener Maduro en Miraflores.

Elecciones parlamentarias 2020: Con tendencia negativa al voto y reveladores datos cuantitativos de la crisis política del chavismo madurismo. La presidenta del Poder Electoral, Indira Alfonzo, informó que con el 98,63% de transmisión de las actas de escrutinio la participación se ubica en 30,50% de las electoras y electores inscritos.

  • Alianza GPP: 4 millones 277 mil 926 votos (68,43%)
  • PSUV: 3.558.320 Votos
  • Alianza AD/Copei/Cambiemos/AP: 1.095.170 votos (17,51%)
  • Alianza VU/PV/VP: 259.450 votos (4,15%)
  • PCV: 168.743 (2,07%)
  • Otras organizaciones: Suman 405.017 votos (6,48%)

MARCOS HERNÁNDEZ LÓPEZ | @Hercon44

Sociólogo, docente universitario | PhD Gestión de Procesos | CEO Consultora Estudios de Opinión.

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