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jueves, 25 abril, 2024

AUDIO | UN PLAN VE | Con la mano levantada. Capítulo I

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Levante la mano quién tiene un Plan Ve. Conozcámonos. Apoyémonos. Intercambiemos ideas. Compartamos temores. Celebremos triunfos. Somos gente que le hace bien al país.

Omar Carrizo: A ponerle corazón

Prevención y Protocolo 2016 es el Plan Ve de Omar Carrizo (hijo), una empresa de seguridad escolar que desde hace varios años lleva adelante junto a su inseparable socio, Luis Camilo Palacios.

“Trabajamos en varios colegios de Caracas y nuestra principal función es mantener a resguardo a las niñas que están bajo nuestro cuidado, así como también al personal administrativo de las comunidades escolares. Adicionalmente, también damos apoyo de seguridad en eventos privados.
Soy una persona de familia con educación y valores, criado por Omar Carrizo, quien falleció hace 20 años, y Dilia de Carrizo. Lo que me ata a Venezuela es la familia, primordialmente mi mamá.
Estamos en una situación muy complicada, pero hay que seguir luchando. Yo felicito a todos los que se han ido y también felicito a los que nos hemos quedado, incluyéndome. Mucha gente se va porque no busca las herramientas para seguir aquí, y aunque ciertamente nada está fácil, siguen existiendo opciones de hacer muchas cosas.
Para permanecer en el país es necesario el afecto de la familia. También hay que tener ganas de trabajar y ese ánimo está dentro de uno. Viene en nuestro ADN”.

Jacqueline Bandrés: Cosida a Venezuela

El Plan Ve de Jacqueline Bandrés es, desde hace nueve años, la gerencia de Pazzo Restaurante en Caracas. “Manejo la cocina, aunque no soy cocinera, y también al personal, los proveedores y los clientes. Me siento en casa y así lo quiero hacer sentir. La gastronomía en Venezuela es hoy día una carrera llena de obstáculos, pero igual hay que saltarlos y seguir.
Quiero seguir trabajando en lo mío, aportar y reconstruir desde mis espacios, desde el restaurant, desde mi casa, con mi familia de base. Mostrar con el ejemplo, el empeño y la buena vibra que sí se puede dar un buen servicio, que los clientes son muy importantes, que el trabajo es en equipo y que la calidad sí es apreciada.
Amo a mi país. A mi ciudad que a veces ‘muerde’, a mi gente, a mi Ávila. Lo necesito cada mañana al asomarme a la ventana y ver cómo amanece. Esa luz y esos colores tan únicos y nuestros.
Soy caraqueñísima con cuatro apellidos vascos y gallegos. Hija y nieta de inmigrantes españoles que llegaron muy jóvenes y aquí encontraron todo. Estoy ‘cosida’ a Venezuela por todos lados, por mi familia chiquita y la grande también. Por los amigos que son familia y nos ayudan a mantenernos de pie. Por el Ávila y sus amaneceres, por mi historia y mis afectos.
Como todos, a veces tengo dudas y temores. Añoranzas también. Pero cada mañana vuelvo a ser terca, me lleno de paciencia y compromiso, de esperanza y ganas y salgo a hacer lo mejor, porque aquí cerquita debe estar el país que sueño”.

Santiago Vera: Tragedia y humor

Santiago Vera (alias Piña) es el menor de tres hermanos y único en el país, y su Plan Ve es rescatar el humor para transmitir felicidad en medio de la tragedia que vivimos, mientras avanza en su carrera de Comunicación Social.
Por eso es comediante en formación, egresado del Diplomado de Humor que lleva adelante la Universidad Católica Andrés Bello junto con la Escuela de Humor. También comienza a desarrollarse como guionista de radio.
“Viví fuera del país seis meses y durante ese tiempo hice diversidad de cosas: desde cantar en un grupo a capella hasta enseñarles español a árabes y chinos. Aunque tenía la oportunidad de quedarme fuera, quise regresar. Antes de tomar la decisión tuve infinitas conversaciones con mucha gente. Di vueltas por la posibilidad de que fuera una inmadurez o una imprudencia volver. Al final, mis papás me aconsejaron que tomara la decisión en función de lo que me hacía más feliz y Venezuela fue la respuesta. Hasta el día de hoy no me arrepiento de haberme quedado. Y el humor me ha hecho reconfirmarlo.
El humor es el equilibrio entre lo trágico y lo cómico. Donde hay tragedia tiene que haber humor para poder usar la risa como medio para trasmitir mensajes de crítica. Siento que con lo que estamos viviendo en Venezuela los humoristas son necesarios.
Para permanecer aquí hace falta actitud. También humor y mucha esperanza.
Yo sé que probablemente hubiese sido feliz en otro lado, pero no de la misma manera”.

 

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