Las claves del look de María Corina Machado en su proclamación

Machado asistió al evento oficial con un look minimalista de color blanco perla y zapatos nude. A pesar de que el corte midi de su falda hacía recordar a las grandes damas de estado como Margaret Thatcher o la reina Isabel II de Inglaterra, el tuxedo dress de María Corina simboliza mucho más.La candidata que viene jugando inteligentemente con su imagen, dio este jueves un golpe de efecto sutil, pero contundente con su atuendo 

Por: Leonor Carolina Suárez

Una cosa es dejar que hablen y otra hacerlos hablar. María Corina Machado no está dejando espacio para el error ni en lo aparentemente intrascendente. La tarde de su proclamación como candidata oficial de la oposición por la Comisión Nacional de Primarias tras su avasallante victoria, la exdiputada ofreció una rueda de prensa donde fue cuidadosa y asertiva con sus respuestas incluso en medio de la emotividad del momento. Pero no fueron solo sus palabras las que hablaron. Al mejor estilo de las mujeres más poderosas e influyentes, María Corina Machado habló claro y envió fuertes mensajes con la aparente sutileza de su apariencia.

Machado asistió al evento oficial con un look minimalista de color blanco perla y zapatos nude. ¿Es un traje o un vestido? Me pregunté de inmediato al ver a la ganadora con actitud triunfante frente al podio. La respuesta es: ambas. La parte superior era un claro corte estilo blazer de solapas y botones cruzados. Una chaqueta que luego se extendía como un abrigo y terminaba en una falda de media altura, justo por debajo de la rodilla. A pesar de que el corte midi de su falda hacía recordar a las grandes damas de estado como Margaret Thatcher o la reina Isabel II de Inglaterra, el tuxedo dress de María Corina simboliza mucho más. 

La candidata que viene jugando inteligentemente con su imagen, dio este jueves un golpe de efecto sutil, pero contundente con su atuendo. Vamos por partes.

Le Smoking 

La chaqueta conocida originalmente como smoking fue inventada en el siglo XIX en Londres para los hombres fumadores. Sus solapas de seda hacían resbalar las cenizas que caían en los clubes de puros y cigarrillos frecuentados en la época. La pieza fue una revolución de la moda en la sociedad masculina de entonces que luego evolucionó a los salones más formales y a Estados Unidos, donde tomó el nombre de tuxedo. 

Todo cambió en 1966, cuando el diseñador francés Yves Saint Laurent estrenó Le Smoking. Una versión del traje un tanto más ceñida y diseñada exclusivamente para la mujer en plena antesala de la segunda ola del feminismo de los setenta. 

“Una mujer usando un traje es todo menos masculina,” diría el diseñador Saint Laurent. “Un corte sobrio, limpio acentúa su feminidad, su seducción, su ambigüedad”. Una ambigüedad que juega a apoderarse con astucia de roles tradicionalmente masculinos.

El traje en su versión en blanco fue inmortalizado por la socialité nicaragüense Bianca Pérez-Mora Macías, en su boda junto a la estrella de rock Mick Jagger en 1971. Bianca Jagger se casó en Saint Tropez nueve meses después de conocer al vocalista de los Rolling Stones usando la controvertida chaqueta sobre una falda del mismo color en lo que ya era una elección revolucionaria para la época. Socialités cercanas al diseñador lo usaron como statements de moda y rebeldía en una sociedad que no acostumbraba, y menos permitía, verlas en pantalón para vestir de gala. 

La primera versión en vestido de Le Smoking apareció en 1977 bajo la firma de YSL y ha sido reutilizado por mujeres fashionistas como la duquesa Meghan Markle, la actriz Gwyneth Paltrow o Kaia Berger (hija de la supermodelo Cindy Crawford). María Corina Machado escogió este jueves un vestido inspirado en el famoso y disruptor esmoquin o tuxedo dress que a simple vista parecía hecho a la medida– como lo fue el mensaje que envió al usarlo. Está además en tendencia de la moda actual. Nice, MCM!

De punta en blanco 

Es conocido que la candidata construyó su campaña de manera épica. “Esto es una lucha del bien contra el mal”, ha dicho en innumerables ocasiones. Fuentes de su equipo aseguran que algo de aquello tiene que ver con el hecho de que María Corina Machado escogiera una tonalidad de blanco para su proclamación. Es, a fin de cuentas, el color de la pureza. Pero no se adelanten. El blanco es también el color predilecto de las mujeres que tienen o aspiran el poder.

Lo hizo Hillary Clinton en su acto de proclamación como candidata del partido Demócrata en 2016, lo hicieron casi cien congresistas demócratas estadounidenses para el evento de rendición de cuentas frente al Congreso en 2020. Lo hizo Kamala Harris (en un traje de la diseñadora venezolana Carolina Herrera, por cierto) la noche de la victoria electoral junto a Joe Biden en 2020. El power suit en su versión blanca es un statement de defensa del derecho al voto, de solidaridad femenina y de elegancia absoluta.

En el caso de María Corina Machado, no sería raro que su elección estuviese inspirada en estas mujeres, la igualdad de género y en la lucha por el voto. Machado empezó su carrera pública con la organización de defensa electoral Súmate, una lucha que se hace patente en estos días cuando la legalidad de las primarias está siendo atacada por el gobierno de Maduro mediante la Fiscalía General de la República. El blanco fue pues un doble mensaje: quiero el poder y lo vamos a defender a través del voto.

Mujer presidenciable

No es raro que los candidatos vayan ajustando y “puliendo” su apariencia a medida que se acercan las elecciones. Lo hizo, por ejemplo, Irene Sáez en la historia nacional reciente. Cuando comenzó a descender en las encuestas de la campaña de 1998, optó por recoger su vaporosa melena rubia en un moño señorial. Una decisión que fue utilizada por su rival para afianzar la hipótesis de que Irene era una mera muñeca y no una candidata seria. “Creo que es una candidatura artificial”, diría Hugo Chávez en una entrevista de mayo de 1998 con el Clarín de Argentina, “Como ya no le funciona la imagen tierna y dulce de exMiss Universo exitosa, ahora inventan otra cosa. La están cambiando por otro personaje como Evita Perón”.

Fue un error de cálculo de la miss venezolana, como otros tantos en su campaña que se desinfló a un ritmo vertiginoso. 

La crítica, sin embargo, era claramente sexista puesto que no es extraño que personalidades que empiezan a conocer el efecto de la imagen en el electorado, ajusten su apariencia (fenómeno que desata especial curiosidad en el caso de la mujer por razones culturales y sociales). El mismo Hugo Chávez candidato jugaba entonces a usar la boina roja de la Brigada de paracaidistas en sus actos de campaña, la misma con la que había comandado infructuosamente el fallido golpe de estado y la exitosa acción mediática del 4 de febrero de 1992. Las famosas declaraciones y el astuto “por ahora” del entonces teniente coronel lo catapultarían en el imaginario colectivo usando el accesorio rojo en televisión nacional. 

La comunicación y el estilo son armas poderosas, más efectivas que un tanque frente a Miraflores (ese mismo fatídico 4F, fue Carlos Andrés Pérez vistiendo un traje sobre su pijama quien salvó la democracia en otra imagen histórica frente a las pantallas).

Las mujeres encantadoras y las mujeres en posiciones de poder que desarrollan un estilo usan a su favor la necesidad, a veces absurda de los medios o los críticos, de hablar de su apariencia. Lo hizo Michelle Obama y conquistó Estados Unidos (salió de la Casa Blanca con índices de popularidad más altos que su esposo); lo intentó hacer Irene (y fracasó estrepitosamente); ahora lo hace María Corina Machado y pone las bases de lo que será una campaña femenina, contundente y estilosa. Thanks, MCM! y que hablen pues…

LEONOR CAROLINA SUÁREZ / X: @LeonorSuarez / Instagram: leocarosuarez

Estratega de contenidos, escritora y guionista radicada en EE UU. Licenciada Cum Laude en Derecho de la UCAB y máster en Comunicaciones de University of Florida. Cuenta con más de diez años de experiencia en periodismo digital y producción audiovisual. Fun fact: participó en Miss Venezuela 2004.