El norte ya no es una quimera

Me pregunto si hay alguna canción que esté sonando en la mente de los migrantes que deciden irse. Estoy segura que no es el merengue caraqueño El norte es una quimera. El norte no es ya un monstruo temible de un discurso político ni un delirio pasajero. Entre 2000- 2021 la cantidad de hispanos de origen venezolano en EEUU aumentó 592%. El Norte es una realidad. ¡Qué atrocidad!

Por: Leonor Carolina Suárez

Reviso con regularidad las noticias del diario español El País sobre Venezuela. Sus reportajes recogen al menos dos veces por semana una información central del alud informativo que es Venezuela y atinan en explicar el resto de las cosas que rodean (y contribuyen) al titular. Eso que llaman contexto (que no es poca cosa). Sus informaciones son una manera de seguir lo que pasa en nuestro país sin abrumarse (demasiado).

Esta semana me llamó la atención, sin embargo, lo específico de la noticia analizada: La crisis económica impulsa el éxodo de policías en Venezuela. Me pregunté qué había de nuevo en aquel titular. ¿No nos hemos ido policías y no policías por igual? Pero el reportaje de Florantonia Singer y Alonso Moleiro precisaba la forma en que los funcionarios colgaban su uniforme y partían rumbo a Estados Unidos por la ruta del Darién. Me vino a la mente casi de inmediato un tema que está en el cancionero de mi infancia y la imagen de un baile forzado entre risas con mi abuela en la voz burlona de Simón Díaz: El norte es una quimera. 

Y lo era. Pero ya no. 

Escrita a inicios del siglo XX por Luis Fragachán, fue regrabada y reinterpretada por artistas como Cecilia Todd y Simón Díaz. Es quizás la versión de Tío Simón la que más recuerdo como melodía de los bailecitos familiares esperando el Año Nuevo. Graciosa la canción, pensaba entonces mientras escuchaba la voz amable y el tono campechano del cantante aragüeño. Sonreía entretenida con mi abuela en la sala de la casa. Pero, sin contexto o interés, perdía de vista que había sido una aventura criolla de inicios del siglo XX eso de tratar de emigrar a Nueva York. ¡Qué atrocidad!

De acuerdo con un datos publicados por el Centro Pew en agosto de este año, para 2021 había 640,000 hispanos de origen venezolano en EE. UU. Esto supone un incremento de 592% en las últimas dos décadas.

El artículo de El País de esta semana dice que los policías renuncian para irse a través del Darién a Estados Unidos. Vuelvo a la imagen de la canción. Una quimera. Busco la definición y encuentro dos. 1) Un monstruo leonino con cabeza de cabra en el lomo y cola de serpiente. De las criaturas más espantosas de la mitología griega. 2) Una quimera, un sueño imposible. 

¿El norte es una quimera?

Pienso en monstruos que respiran fuego mientras reviso en TikTok videos bajo el hashtag #Darien. Veo el lodazal de la selva, imágenes de serpientes inmensas, ríos peligrosos, un jaguar… Voy más allá en la ruta que los policías del reportaje tomaron para llegar a EEUU y pienso en La Bestia, el tren de los migrantes de México, pienso en las pandillas de Centroamérica. Los monstruos de Latinoamérica.

No, el Norte no es una quimera. Al menos no de la que hablaba Fragachán. Hay sí una quimera en Venezuela y anda suelta empujando a venezolanos de bestia en bestia hacia el norte como fuete de arrear pavos. ¡Qué atrocidad!

LEONOR CAROLINA SUÁREZ / X: @LeonorSuarez / Instagram: leocarosuarez

Estratega de contenidos, escritora y guionista radicada en EE UU. Licenciada Cum Laude en Derecho de la UCAB y máster en Comunicaciones de University of Florida. Cuenta con más de diez años de experiencia en periodismo digital y producción audiovisual. Fun fact: participó en Miss Venezuela 2004.