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domingo, 12 mayo, 2024

El curioso origen de “Venezuela se respeta”

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La ventajosa posición de la selección venezolana de fútbol en la tabla clasificatoria de la Conmebol ha venido despertando un sentimiento nacionalista movido por la fe de una población que ya no cree en nada. ¿Sería posible que ante el desgaste de la popularidad del gobierno actual y la ausencia desde el poder de causas que muevan a la masa electoral se esté buscando echar mano del fútbol?

Por: Leonor Carolina Suárez

La contundente frase «Venezuela se respeta» llegó como titular del comunicado de prensa redactado por la Federación Venezolana de Fútbol tras las agresiones a los venezolanos en Perú durante el partido de La Vinotinto para las eliminatorias del Mundial de Fútbol. Mi primera reacción fue de apoyo absoluto (claro, que Venezuela se respeta), pero pronto un tufillo me tocó la memoria y me trasladó a un lugar reciente, aunque olvidado, de nuestra historia. Se reveló entonces lo que podría ser otra astuta estrategia comunicacional fraguada desde el poder y que comienza a hilar una narrativa con fines electorales. 

Corría el año 2004. Hugo Chávez había superado un golpe de estado (el de abril de 2002) y un paro nacional en diciembre de ese mismo año que se extendió hasta febrero. En agosto de 2004, se mediría frente a otro de los avances de la oposición para removerlo del poder, el referéndum revocatorio. En mayo, Chávez convocó una marcha. La llamó Marcha por la paz y contra el paramilitarismo en Venezuela, tras la captura de supuestos militares colombianos en uniforme venezolano en una hacienda en El Hatillo en Caracas. 

Fue en esa marcha que el discurso del entonces presidente viró hacia la identificación de un enemigo extranjero común: el imperio. Fue aquí donde se declaró que la revolución era “antiimperialista”, término que luego se hizo una constante en el discurso del chavismo. 

“Aquí está el pueblo venezolano diciendo una vez más al mundo que Venezuela se respeta”, dijo Chávez en aquella manifestación masiva cuando también éstas eran rutina en ambos lados del poder. Vivíamos de marcha en marcha, pues. La narrativa “antiimperialista” se repitió luego innumerables veces en los voceros del gobierno. 

La frase reapareció esta semana; pero, curiosamente, fuera de los discursos oficiales. “Venezuela se respeta” dijo la Federación Venezolana de Fútbol este miércoles en respuesta a los ataques xenofóbicos de autoridades peruanas contra jugadores y fanaticada de la Vinotinto.

El actual ministro de Juventud y Deportes repitió inmediatamente el mensaje que también fue compartido por la vicepresidenta Delcy Rodríguez, lo que me hizo recordar a su hermano y las mismas palabras durante la campaña electoral de 2020.

“Venezuela se respeta” usó también Jorge Rodríguez en sus tiempos como alcalde del municipio Libertador en campaña contra el decreto del entonces presidente de EE. UU., Barack Obama. La medida, conocida popularmente como el decreto Obama, calificó a Venezuela como una “amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y la política exterior de los Estados Unidos de América”. 

La ventajosa posición de la selección venezolana de fútbol en la tabla clasificatoria de la Conmebol ha venido despertando un sentimiento nacionalista movido por la fe de una población que ya no cree en nada. Su lema actual, de hecho, nació de un meme al respecto. ‘Mano, tengo fe’ es la oficialización de una expresión de la fanaticada que surgió online alrededor del año 2020. 

¿Sería posible que ante el desgaste de la popularidad del gobierno actual y la ausencia desde el poder de causas que muevan a la masa electoral se esté buscando echar mano del fútbol? Ya adelanté en la columna de la semana pasada cómo parece estar ocurriendo con el caso del rapero Canserbero (cuyo cuerpo fue exhumado en estos días), y mucho más evidente con el referéndum sobre el Esequibo.

Es curioso que la Federación Venezolana de Fútbol, ahora presidida por un empresario asociado a los hermanos Rodríguez, use la misma frase en un conflicto internacional que puede servir, en tiempos de Esequibo, para reforzar la narrativa nacionalista tan usada con fines electorales. 

A pesar de que el instinto nos vuelque a la defensa absoluta de nuestros compatriotas refugiados en el Perú, segundo país con más migrantes venezolanos en el mundo, o a nuestra selección que nos está brindando una alegría colectiva, recordemos también quiénes están moviendo las piezas y con qué fines se podrían usar esas alegrías. 

De repente también hay que preguntarse por qué Los Cadillacs, el dúo que colaboró en el hit ‘Chávez, corazón de pueblo’, se montó en la ola Vinotinto. Mano, tengamos fe… y olfato.

LEONOR CAROLINA SUÁREZ / X: @LeonorSuarez / Instagram: leocarosuarez

Estratega de contenidos, escritora y guionista radicada en EE UU. Licenciada Cum Laude en Derecho de la UCAB y máster en Comunicaciones de University of Florida. Cuenta con más de diez años de experiencia en periodismo digital y producción audiovisual. Fun fact: participó en Miss Venezuela 2004.

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