Punto Fijo.- Dormir en la acera, en el porche; encender una velita para alumbrar las noches oscuras y tratar de alejar la plaga con la quema de hierbas son algunas de las cosas que hacen los habitantes de la Península de Paraguaná para sobrevivir tres días sin servicio eléctrico, en un estado costero donde las temperaturas son altas.
Esta situación se vive en el estado Falcón desde hace años, pero se acentuó desde el 10 de septiembre, cuando la planta termoeléctrica Josefa Camejo sufrió graves daños por un presunto sabotaje que dejó dos hombres fallecidos y varios detenidos por pretender hurtar guayas en el lugar. A raíz del incendio que esto generó, solo quedó operativa una de las dos turbinas que estaban trabajando, de tres que tiene su capacidad instalada.
Posterior a ello, la Gobernación del estado Falcón anunció una rotación de carga, aunque no se dieron mayores detalles de horarios o zonas afectadas, pero los apagones han sido constantes y de hasta 36 horas, y las fluctuaciones son aún más fuertes y a toda hora del día.
«No sabemos cuándo se va a ir y menos cuándo va a llegar. Uno suspira profundo cuando llegan los bajones porque al perder las neveras o los aires acondicionados no tenemos dinero para reponerlos y nadie se va a hacer responsable de ello», dijo a El Pitazo Mirta Oropeza, habitante de Punto Fijo.
El 17 de septiembre, siete días después del evento en la termoeléctrica, el director de Servicios Públicos de la Gobernación del estado Falcón, José Luis Martínez, informó que se han sufrido dos eventos en las líneas Planta Centro – El Isiro debido a las fuertes lluvias con tormenta eléctrica en la zona y que esto sacó la turbina número tres de la planta y afectó algunas zonas en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
Hizo un llamado a la calma. Señaló que se estaba esperando la estabilización del SEN para hacer una conexión segura de la planta termoeléctrica Josefa Camejo y que la electricidad había sido recuperada en 50%; sin embargo, toda la península estuvo apagada desde la noche del sábado hasta la tarde de este domingo.
Hay sectores como Santa Irene, que escasamente han tenido servicio eléctrico cuatro horas al día; también Banco Obrero, Nuevo Pueblo y Las Piedras, que estuvieron tres días sin luz y aún no les dan respuesta de los daños ocasionados en la subestación ubicada dentro de la base Naval Juan Crisóstomo Falcón, que también quedó apagada.
El dirigente sindical de Corpoelec en el estado Falcón, Staling Bracho, destacó que la planta termoeléctrica solo está generando 120 megavatios y se prometió a la comunidad que la segunda turbina sería puesta en marcha en diez días, de los que han transcurrido siete.
«Algunos funcionarios de la gobernación han salido a decir que es por la situación atmosférica, pero en el caso de la línea 230 kv que viene de Planta Centro a la subestación El Isiro teníamos dos y dejamos perder una por falta de mantenimiento. De estar esa terna activa se tendría un respaldo, pero no lo tenemos, así que es más fácil echarle la culpa a la situación atmosférica», señaló Bracho.
Expresó que además de los racionamientos, la única turbina no se da abasto. Auguró que también se van a registrar apagones por las fallas fortuitas en el sistema de transmisión y distribución.
El gobernador de Falcón, Víctor Clark, informó a los medios de comunicación en Coro este 19 de septiembre, que la gobernación está ayudando a Corporlec a estabilizar el funcionamiento de la planta Josefa Camejo, a través de un trabajo que se hace en la segunda turbina.
«Con dos turbinas es más que suficiente en la generación. Tenemos que seguir trabajando en la transmisión y distribución, que son las persistentes fallas que se manifiestan en el sistema. Igual seguiremos acompañando y gestionando recursos, no es una competencia de la gobernación, pero vamos a seguir trabajando y ayudando a Corporlec», añadió.
Las comunidades de Las Piedras, Banco Obrero y Nuevo Pueblo continúan en protestas por no tener información sobre la situación eléctrica del estado.
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