Punto Fijo.- Los hoteles y posadas de la península de Paraguaná, estado Falcón, occidente de Venezuela, eran los preferidos por los habitantes de las islas Aruba, Bonaire y Curazao, porque podían tomar un vuelo y en 15 minutos estaban en las playas y hoteles de Paraguaná.
Desde que Nicolás Maduro ordenó el cierre de frontera con estas islas, los hoteles y posadas siguen esperando a sus visitantes extranjeros, que en su mayoría son de estas islas.
Los encargados de hoteles y posadas cuentan que en comparación con años anteriores, la situación es diferente, ahora sus principales clientes son los venezolanos de los estados Táchira, Carabobo y especialmente Zulia.
Los turistas que siempre los visitaban se mantienen en contacto vía telefónica con sus posaderos favoritos e incluso piden presupuestos, pero en su mayoría no concretan la reservación porque deberían ingresar a Venezuela por otro país y es mucho más costoso.
La temporada vacacional es la más larga del año y en la que más se recibía este tipo de turistas, que incluso se hospedaba hasta por todo el mes de agosto. Marisela Díaz, jefe de cobranza del hotel “Brisas de Paraguaná”, dijo que julio ha sido una temporada baja en comparación con años anteriores, cuando la frontera estaba abierta y el mayor ingreso de temporadistas era de las islas vecinas.
Mantienen las expectativas para agosto y septiembre y por ello se están preparando con todo lo que haga falta, a fin de que el visitante se sienta cómodo, con miras, principalmente a atender a los viajeros de los estados vecinos.
En cuanto a los insumos, expresó que todo en este hotel se adquiere a través de terceras empresas y por ello brindarán al visitante lo mejor. Actualmente compran el agua a través de camiones cisternas, están haciendo mantenimiento constante a la planta eléctrica, debido a las fallas del servicio que vive la península.
María Medina, agente de Ventas del hotel Paraguaná Mall, contó que para ellos julio ha sido una buena temporada, al punto de que el hotel ha tenido 80% de reservas, sin recibir el mayor flujo de visitantes que era principalmente de Aruba y Curazao.
Los hoteles esperan que mejoren las condiciones Foto: Irene Revilla
A pesar de que no llegan, los turistas tienen la esperanza de que se abra nuevamente la puerta con Falcón, ya que el viaje es corto y cómodo, es decir, que puede hacerlo toda la familia.
“Siempre nos llaman, están pendiente de nuestras publicaciones, pero no pueden viajar porque deben entrar a Venezuela por otro país y así el viaje es más largo y más caro. Ellos esperan que se abra la frontera para volver a venir, nosotros también esperamos lo mismo”.
Posadas son las más afectadas
Las posadas vivían principalmente de las visitas extranjeras, Lida Rodríguez, gerente ejecutiva de la posada Morea Azul, relató que el cierre de fronteras, sin duda, les ha dejado vacía la posada hasta en las mejores temporadas.
“Actualmente es muy difícil mantener un negocio, sin embargo, nuestras expectativas es que la gente siga viniendo y quedándose aquí. Pese a los precios de todos los productos, el problema que tenemos en Paraguaná con el agua y la luz, seguimos preparándonos para que el huésped se vaya contento”.
Recordó que en años anteriores, ya en julio no había cupo para agosto y todo el mes la posada estaba llena, ahora es más difícil, sin embargo, todavía reciben familias de Venezuela, principalmente de Zulia.
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