José Vílchez llegó el domingo 16 de junio a la 6:00 am a la casa de su exesposa para esperar a su hija, María Elena Vílchez, a quien no veía desde diciembre de 2018. La intención era celebrar el Día del Padre juntos, pero no fue posible.
Cerca de la 6:00 am se accidentó en el municipio zuliano La Villa un autobús de la línea de Expresos Jáuregui, que trasladaba a María Elena Vílchez y otras 58 personas desde San Cristóbal hacia Maracaibo. De ese grupo, 18 fallecieron, entre ellas la mujer de 38 años, que viajó con sus dos hijos: una niña de seis años y un adolescente de 15 años, quienes resultaron ilesos.
“El regalo que me dio mi hija fue su muerte”, dijo Vílchez tras enterarse de que su hija había muerto en el Hospital General del Sur horas después del accidente, según relató Rubia Guanipa, madre de la fallecida.
María Elena tenía un año residenciada en Cúcuta, Colombia, donde vivía con su dos hijos menores y su esposo. Desde diciembre de 2018 no visitaba Maracaibo, donde viven sus padres y su hijo mayor, de 22 años. “La última nota de voz la envió en la noche del sábado y decía: «Estoy llegando a las 6:00 am, decile a mi hijo que me espere en el terminal”.
La alta velocidad y un desperfecto en el tren delantero del autobús fueron el motivo del accidente, según informó este lunes 17 de junio Lisandro Cabello, secretario de gobierno del Zulia, en una rueda de prensa. Precisó que la cifra de fallecidos es de 18 y la de heridos 33, “algunos en condiciones muy críticas”.
Agregó que el caso está en manos del Ministerio Público. “Hay un no cumplimiento de la norma, que es no tener los autobuses como deben estar”. Se conoció que los ocho menores que viajaban en el autobús resultaron ilesos.
Rubia Guanipa pudo hablar con el chofer del autobús, quien está detenido, cuando fue a buscar a sus nietos. “Él me dijo: Se me explotó una llanta y cuando quise controlar el bus me vi un árbol de frente, lo traté de esquivar, pero igual le llegué”.
En la morgue de la Escuela de Medicina de la Universidad del Zulia llegaron 12 cadáveres; los otros seis fueron trasladados a la morgue del hospital de Machiques de Perijá, contó una fuente de la medicatura forense. Indicó que los cuerpos son identificados a medida de que llegan los familiares a reconocerlos.
Venía por su hija
Adriana Riera, de 26 años, es otra de las víctimas fatales del accidente de tránsito. Viajó de Bogotá-Colombia, a San Cristobal, y de allí hasta Maracaibo. Su intención era llegar a Cabimas para buscar a su hija de cuatro años y llevársela a la capital colombiana, donde residía desde febrero de 2018.
Riera se comunicó con su esposo por última vez a las 7:00 pm del sábado para avisarle que ya estaba en San Cristóbal. «Ella era una mujer muy trabajadora, con muchas ganas de salir adelante», contó el esposo, que no quiso ser identificado.