El sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado del Vaticano, monseñor Edgar Peña, ofició la tarde de este viernes 18 de noviembre la eucaristía solemne en conmemoración de los 313 años de la aparición de la Chinita, Virgen Nuestra Señora de Chiquinquirá.
El religioso zuliano, cercano colaborador del papa Francisco, centró la homilía en la necesidad de lograr la paz, la justicia, el perdón y la reconciliación. «La paz verdadera nace de la justicia, sin justicia no hay paz. La paz crece con el perdón y la reconciliación», dijo monseñor Peña desde el altar instalado frente a la basílica. Miles de feligreses se concentraron para presenciar la misa que desde hacía dos años no se celebraba a cielo abierto debido a las restricciones por la pandemia del COVID-19.
«Virgen de Chiquinquirá bajo tu protección ponemos todas nuestras necesidades. A ti confiamos el futuro de nuestro pueblo. Te pedimos que cese la violencia, que se consolide el diálogo, (…) que se abran nuevos caminos de justicia y prosperidad. Chinita amada, madre del pueblo zuliano, imploramos tu bendición, custodia y auxilió en este tiempo», insistió monseñor Peña, quien presidió la misa junto al arzobispo de Maracaibo, José Luis Azuaje; el arzobispo coadjuntor de Mérida, Helizandro Emiro Terán, y el párroco de la basílica, Nedward Andrade.
La Chinita es la inmigrante preferida de los zulianos
Sobre el trono que usó hace 80 años, cuando se efectuó su coronación canónica, la reliquia de la Virgen estuvo de frente a su pueblo, al lado del altar, mientras duró la eucaristía. Miles de rosas rojas la adornaron y en frente de ella resaltó una rosa dorada que le confirió el papa Francisco a través de monseñor Peña. «Esta rosa representa al pueblo venezolano», dijo.
Los cánticos de la ceremonia estuvieron a cargo de 200 niños del coro de los Niños Cantores del Zulia y los músicos del Sistema Nacional de Orquesta Sinfónica, capítulo Zulia.
Peña aprovechó su participación para saludar a los jóvenes y los invitó a seguir el camino de Jesucristo. A los presentes les dijo: «vale la pena trabajar por una sociedad justa, defender al inocente, a los oprimidos y al pobre. Vale la pena sacrificarse para que triunfe el amor».
Al culminar la misa, a las 7:25 pm, al menos 60 hombres vestidos de blanco, llamados Servidores de María, alzaron en hombros al trono con su patrona y la del pueblo zuliano, lo que fue reconocido con la ovación de los feligreses.
Segundos después, el cielo se llenó de fuegos artificiales; sonaron los furros, tambores, cuatros y charrascas con las notas de gaitas que homenajean a la Virgen de Chiquinquirá, y la feligresía gritó: ¡Que viva la Chinita!
Zulia | Hijo de Nicolás Maduro asiste a la misa solemne en honor a la Chinita
La Virgen salió luego en procesión a recorrer las calles de su parroquia, en el centro de Maracaibo, acompañada de las autoridades eclesiásticas, los Servidores de María, las Hijas de María y su grey.
Autoridades presentes
A la celebración solemne asistieron el hijo del gobernante Nicolás Maduro, Nicolás Maduro Guerra; el gobernador de Zulia, Manuel Rosales, y el alcalde de Maracaibo, Rafael Ramírez. También altos representantes de la Fuerza Armada Nacional, del Partido Socialista Unido de Venezuela y de la opositora Plataforma Unitaria Democrática.
Este 18 de noviembre se celebraron los 313 años de la aparición de la Virgen de Chiquinquirá, los 80 de su coronación canónica y de su himno, que corearon al final de la velada los presentes: Gloria a ti, Casta Señora.
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