Coro.- Los habitantes de Coro, capital del estado Falcón, ya no tienen cómo adquirir el tratamiento completo para enfermedades crónicas, por ser medicinas de altos costos que no se consiguen con facilidad, lo que obliga a los pacientes a buscarlas fuera de las fronteras venezolanas.
Un recorrido por algunas farmacias logró responder a la interrogantes de muchos los falconianos ”dónde comprar un simple analgésico sin que desangre mi presupuesto”, y la respuesta fue que en casi la totalidad de las farmacias, los medicamentos incrementan de precio de entre el 40 % y el 50 % semanalmente, lo que lleva a los farmaceutas a no sobrepoblar sus inventarios hasta que no salga la mayoría de esa mercancía.
Desde 2005, según manifestó el presidente del Colegio de Farmaceutas en Falcón, Jorge Luis Morales Hurtado, el sector ha sido uno de los más afectados por el desabastecimiento primero y, ahora –desde mediados del año pasado-, por el alto costo que tienen las medicinas, precios que cambian semanalmente o cada vez que se hacen pedidos.
“Ya no se hacen grandes pedidos”, dijo Morales Hurtado, por los precios altos que obligan a quienes los requieren a caminar varias farmacias para poder comprar lo que necesitan a un precio poco menor.
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Los antibióticos, analgésicos, relajantes musculares, antipiréticos y medicamentos para la tensión son los que más se piden para reponer inventarios, debido a que las medicinas con prescripción para enfermedades crónicas no llegan desde el año pasado y es el Ministerio de Salud el que maneja la lista de los enfermos con diabetes, cáncer, tiroides, lupus, párkinson, colitis ulcerosa, esclerosis múltiples, VIH o trasplantados y otros casos para proporcionarles la receta, a veces, hasta cada tres meses.
Morales Hurtado señaló que las farmacias de alto costo del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss) no suministran los fármacos con regularidad por falta de presupuesto.
Mercedes Cortés, quien se encontraba en una de las farmacias consultadas, refirió que hace unos meses el acetaminofén costaba entre 10.000 y 20.000 bolívares y ahora una caja de 10 tabletas puede llegar a costar 80.000 bolívares dependiendo del laboratorio.
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