Punto Fijo.- Un felino que habría sido arrollado por una moto en el municipio Falcón, Península de Paraguaná, fue rescatado por los funcionarios del Instituto Nacional de Parques (Inparques) que cuidan el monumento natural Cerro Santa Ana.
El jefe local de Inparques, Alberto Núñez, confirmó a El Pitazo que el rescate se hizo este 29 de noviembre en una vivienda ubicada en la población de Charaima, cuyos moradores estaban cuidando al cunaguaro (leopardus pardalis), luego de haber sido atropellado.
El funcionario explicó que se hizo el protocolo para su traslado hasta las instalaciones de Inparques en la población de Santa Ana, municipio Carirubana. En el chequeo al animal, se percataron de que no está completamente activo porque sus respuestas son lentas, además, tiene aporreos y hematomas no profundos en el rostro. El cunaguaro pesa aproximadamente cinco kilos, por lo que tiene buen tamaño y peso para su edad.
Actualmente, está en la sede de Inparques, en una jaula y en condiciones para su recuperación y resguardo. El médico veterinario y técnico especialista en Inparques Falcón, Ángel Mora, lo mantiene bajo vigilancia, por si es necesario administrarle algún fármaco.
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Este mamífero carnívoro es una especie amenazada, en vías de extinción. Habita principalmente en los monumentos naturales Cerro Santa Ana y en Montecano, por lo que presumen que debido a las fuertes lluvias y los zancudos, bajó de la montaña.
«Ellos, al igual que otros mamíferos, bajan de la montaña por los zancudos y cuando presentan problemas alimenticios; las crecidas de las quebradas y el clima también son factores naturales que determinan su comportamiento, sin dejar de lado la acción humana», dijo Núñez.
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Recordó que este felino no representa un peligro para la población, ya que al ver humanos se asusta y se aleja. Por ello, extendió el llamado a la población a que si observan alguna especie cerca de su hogar eviten acercarse o matarla.
En la Península de Paraguaná también hay Onza o Guirito, que es otro mamífero de esta familia. «Evitemos matarlos, comerlos o comprarlos como mascotas. Son animales preservados por los monumentos naturales, que deben ser cuidados para evitar su total desaparición de nuestra geografía», concluyó Núñez.
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