Maracaibo.- Cientos de marabinos optan por carretear agua a cualquier hora del día. Llenan botellones, pimpinas, baldes o envases de refresco en tomas clandestinas sin saber de dónde es el agua.
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Gustavo Aguilar, albañil de 43 años, es uno de ellos. Camina medio kilómetro de su casa en el barrio Felipe Pirela hasta una plaza en el sector Los Plataneros para llenar unos envases con agua.
Aguilar monta en una carretilla cuatro pimpinas de 20 litros, cuatro botellones de 18 litros y cuatro botellas de dos litros: “Vengo dos veces al día a buscar agua porque no hay de otra. El agua tiene dos meses que no llega por mi sector y nadie dice qué pasa”.
El agua que sale de esa toma proviene de un tanque de riego que tiene la plaza. Ahí se hace cola de envases plásticos durante todo el día. “Hasta a la una de la madrugada hay gente aquí agarrando agua”, dijo Wilmer Molina, quien reside en la urbanización Raúl Leoni y camina dos cuadras para surtirse de agua en la plaza.
El bombeo de agua en el embalse de Tulé, que surte a los municipios Maracaibo, San Francisco, Jesús Enrique Lossada, La Cañada de Urdaneta y Miranda, está parado por la inestabilidad del sistema eléctrico, según fuentes de la Hidrológica del Lago de Maracaibo.
Un trabajador de la empresa estatal dijo que los apagones y bajones dificultan que se inicie el bombeo, porque cada vez que hay una variación en el voltaje las bombas se apagan por protección y el protocolo de arranque tarda hasta cinco horas.
Las estaciones de bombeo Santa María y Los Plataneros, en Maracaibo, donde se apoyaba a la comunidad para llenaran sus envases, permanecen cerradas porque en sus tanques tampoco hay agua. “Solo en Planta C están surtiendo el agua gratis”, dijo un trabajador de Hidrolago.
La escasez del líquido lleva a la desesperación a algunas comunidades, que han optado hasta por tomar a la fuerza camiones cisterna y vaciar su tanque, como ocurrió el viernes 22 de mayo en la Circunvalación 1º de la capital zuliana.
En los hospitales, como el Hospital Universitario de Maracaibo y el Hospital Noriega Trigo, en San Francisco, los pacientes deben llevar el agua que van a usar, y si es para limpiar heridas, les exigen que sea mineral para evitar infecciones.
La Gobernación de Zulia anunció un plan de distribución de agua gratuita para las comunidades más afectadas; pero hay sectores como Raúl Leoní, Sabaneta y Pomona que tienen más de dos meses sin recibir el líquido.
En la COL tienen más de 90 días sin agua
La falta de agua afecta la calidad de vida de los habitantes de la Costa Oriental del Lago desde hace más de 90 días. Hay zonas donde solo compran botellas de agua o camiones para sus hogares.
Niria Reyes, habitante del sector Los Andes, en Santa Rita, una de las zonas más afectadas por la crisis hídrica, debe tener al menos 30.000 bolívares mensuales para comprar algunas pipas de agua. «Esto es desesperante; tenemos que cargar agua para todo», dijo.
En Santa Rita tienen 13 meses sin agua. Aseguran que la manipulación de la progresiva 19, situada en la carretera Lara-Zulia, retrasa la distribución.
Mientras tanto, en Cabimas y Lagunillas, de los municipios más poblados del Zulia, no hay cumplimiento del cronograma que establece Hidrolago cada mes, y tampoco un plan de contingencia.
En los hospitales y ambulatorios hay prioridad, al igual que en las escuelas, pero reciben un camión de agua cada semana. La demanda supera las siete unidades de cisternas operativas de las que dispone la Alcaldía.
Yumaira Molero tiene 43 años y vive en el sector Las Tierritas de Cabimas. Desde enero no tiene agua en su casa y cuando no tiene dinero para pagarlas, llena sus envases con agua del Lago de Maracaibo.
«Tenía un huerto con yuca, lechosa, cilantro y cebollin, pero se secó. Es duro vivir así; me toca sacar unos envases del lago cuando ya no tengo», dijo.
En los municipios Simón Bolívar, Valmore Rodríguez y Baralt la situación es similar. Este viernes 22 de marzo protestaron y cerraron vías para exigir a las autoridades una respuesta.
En el caso de la Costa Oriental, Hidrolago asegura que por las continuas fluctuaciones de voltaje deben paralizar los equipos en las estaciones de bombeo por al menos 30 minutos para evitar que se dañen.
Con información de Mayreth Casanova y Nataly Angulo
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